Fuente: ABC (22 Octubre 2016)
El frío, vuelve a los tomates mucho menos sabrosos y no el tipo de agricultura. Y ahora, un grupo de investigadores de la Universidad de Florida ha descubierto la razón según un estudio que publican en Proccedings of the National Academy of Sciences.
Las bajas temperaturas de un frigorífico dificultan las enzimas que ayudan a sintetizar los compuestos aromáticos volátiles, muy importantes para que sean gustosos. En realidad, el frío afecta a la actividad de algunos de los genes del tomate. Para descubrir las bases genéticas de este proceso, Harry Klee, líder de la investigación conservó distintas variedades puras de tomates maduros rojos a 5°C durante 1, 3 ó 7 días.
La medición de los compuestos volátiles reveló que siete días después de la exposición al frío se redujeron los niveles en hasta un 65%. La refrigeración redujo la expresión de varios genes implicados en la síntesis de volátiles, así como el interruptor del gen RIN, la acción epigenética ligada a la maduración del fruto, entre otros factores.
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