SALMONELLA es el nombre de un grupo de bacterias de la familia de las Enterobacterias (del griego enteron, intestino), habitantes normales del tracto intestinal de aves y mamíferos, por lo que es normal que contaminen la carne al ser ésta eviscerada para su consumo.
Asimismo, los huevos suelen contener pequeñas cantidades de esta bacteria, ya que salen por el mismo conducto de las heces y al ser la SALMONELLA una enterobacteria, se contamina la cáscara.
Los riesgos de ingestión de carne o huevos (sobre todo si están poco cocinados o crudos); contaminados por la bacteria, son infecciones alimentarias cuyos síntomas incluyen: fiebre, diarrea, cólicos abdominales y dolor de cabeza, y suelen durar entre 4 y 7 días. La mayoría de las personas mejora sin tratamiento.
Puede ser más grave entre los ancianos, niños y personas con enfermedades crónicas.
Si la SALMONELLA penetra en el torrente sanguíneo, puede desarrollarse un cuadro serio y hasta peligroso para la vida. El tratamiento habitual es a base de antibióticos.
La fiebre tifoidea, una enfermedad más seria causada por otro tipo de SALMONELLA, ocurre frecuentemente en países en vías de desarrollo.
Este estudio, basado en núcleos de sedimentos lacustres, de 194 m de longitud, recogidos en el Lago Magadi, al sur de Kenia, es el primero en proporcionar un contexto ambiental continuo de los diversos restos arqueológicos y paleontológicos recuperados en las cuencas del valle del Rift.
“Si bien ya se había relacionado la evolución de los homininos con cambios ambientales, los núcleos del Lago Magadi proporcionan el primer vínculo detallado entre el CAMBIO CLIMATICO y los eventos conocidos a partir del registro arqueológico de la región”, afirma Mark Sier, arqueólogo y geocronólogo de la Universidad de Oxford, que ha llevado a cabo parte de los análisis de magnetoestratigrafía en el Laboratorio de Arqueomagnetismo del CENIEH.
Una transición crucial
Como explica el autor principal del estudio Richard Owen, de la Universidad Bautista de Hong Kong, existe una gran brecha en los registros entre las últimas herramientas del Paleolítico inferior, hace 500.000 años y la aparición de las herramientas del Paleolítico medio, hace unos 320.000 años.
“Nuestros resultados cubren esa brecha con un registro ambiental continuo en el que se produjo una transición crucial, durante la cual los arqueólogos han descubierto evidencias de un salto en las capacidades de los humanos primitivos para hacer, usar e intercambiar útiles de piedra”, señala Owen.
La industria lítica encontrada no cambió mucho entre 1,2 millones y medio millón de años; pero de repente, después de 500.000 y antes de 320.000 años, coincidiendo con la desertización de la región, las herramientas se volvieron más sofisticadas y se transportaban a distancias más largas.
“Si bien ya se había relacionado la evolución de los homininos con cambios ambientales, los núcleos del Lago Magadi proporcionan el primer vínculo detallado entre el CAMBIO CLIMATICO y los eventos conocidos a partir del registro arqueológico de la región”.
Proyecto Internacional
“Ahora podemos saber cuándo cambió el entorno y luego comparar dicho cambio con los restos fósiles y arqueológicos de la región", señala Andrew Cohen, de la Universidad de Arizona, investigador principal del Proyecto Hominin Sites and Paleolakes Drilling Project (HSPDP) en el que se engloba este trabajo.
El HSPDP es un macroproyecto internacional y multidisciplinar cuyo objetivo es estudiar la relación entre la evolución humana y el CAMBIO CLIMATICO mediante el estudio de sondeos en paleolagos situados cerca de los yacimientos arqueopaleontológicos más importantes del mundo.
A diferencia de otros productos de tipo químico, el ozono, tras realizar su función desinfectante, vuelve a irse en oxígeno en un espacio relativamente corto de tiempo, garantizando la ausencia de cualquier residuo químico en la superficie del alimento o en las aguas tratadas mediante este procedimiento.
Fuente: consumer.es (9 de novimbre ´07) Autor: MAITE PELAYO
El uso en la UE del ozono para la destrucción de microorganismos en alimentos o para la desinfección de equipos es todavía muy incipiente, aunque en EE.UU., especialmente en los últimos años, su uso sí se ha puesto en práctica en la industria agroalimentaria.
Se trata de un nuevo y valioso aliado para alcanzar los niveles más altos en calidad y SEGURIDAD ALIMENTARIA, así como para la mejora de la gestión medioambiental de las actividades agroalimentarias, según ha quedado demostrado durante el Congreso Internacional sobre Aplicación del Ozono en la Industria Alimentaria celebrado en la sede del Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico del Sector Agroalimentaria AINIA, en el Parque Tecnológico de Paterna, Valencia.
Durante el encuentro, que ha reunido a expertos procedentes del Reino Unido, EE.UU., Francia, Suiza, Italia, Eslovaquia, Hungría, Rumania, Brasil, Sudáfrica, China, Alemania y también España, se han analizado las últimas novedades mundiales en el uso del OZONO como herramienta sostenible para usos como la desinfección y conservación de alimentos.
Actualmente, AINIA, referente nacional y uno de los principales centros europeos en I+D+i alimentaria, trabaja en un proyecto que recibe financiación europea para la aplicación de este producto en bodegas, cerveceras e industria láctea, para desinfectar depósitos y evaluar sus resultados higiénicos y ambientales.
También desarrolla un estudio para la depuración de la salmuera en la industria de encurtidos, de tal manera que las aguas con alto contenido en sal y materia orgánica, una vez depuradas, puedan ser reutilizadas o vertidas con menos contaminantes.
La capacidad desinfectante del OZONO se basa en su fortísimo potencial oxidante, que produce una intoxicación intracelular que conduce a la muerte de los microorganismos.
La Asociación Internacional del Ozono, una organización científica dedicada a la colección y la diseminación de información para promover la investigación, está en la vanguardia en aspectos relacionados con el ozono.
Nueva operativa para recuperar el 80% de la basura
El sistema ya comenzó a implantarse el pasado mes de octubre en vuelos operados por Iberia a nivel nacional.
Es el caso de los que conectan Madrid y Barcelona, incluyendo destinos tales como Bilbao y A Coruña. Asimismo, se está llevando a cabo en algunas rutas europeas como Londres, Roma, París, Ginebra, Zúrich, Viena, Dusseldorf y Oporto.
Con tal fin, la compañía dispone en sus aviones de carros compartimentados para posibilitar, por un lado, la separación de envases plásticos, latas y briks y por otro, los envases de papel y cartón.
De esta forma, los residuos se reciben ya clasificados, en las instalaciones de Gate Gourmet en el Aeropuerto de Madrid Barajas-Adolfo Suárez y se entregan a gestores autorizados para su reciclado y transformación en nuevas materias primas.
Ferrovial Servicios se encuentra trabajando en un tratamiento alternativo para los residuos orgánicos producidos en los vuelos no comunitarios, ya que la próxima fase del proyecto será implantar también la segregación en vuelos de largo recorrido.
Con este nuevo sistema se confía en recuperar el 80% de los desechos generados a bordo de los vuelos y transformarlos en recursos, bien a través del reciclado, cuando ello sea posible, el compostaje de la materia orgánica o bien la valorización energética de la fracción no reciclable.
El sistema ya comenzó a implantarse el pasado mes de octubre en vuelos operados por Iberia a nivel nacional. Es el caso de los que conectan Madrid y Barcelona, incluyendo destinos tales como Bilbao y A Coruña.
Hacia un modelo universal
La gran proyección de esta iniciativa propiciará que sea replicada por otras aerolíneas europeas. De hecho, y según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, en las cabinas de los aviones se generan anualmente alrededor de 5,7 millones de toneladas de basura.