Millones de negocios cerraron en el mundo y otros, en su fase de reapertura, se vieron forzados a disminuir su capacidad de clientes. En las oficinas de trabajo, el personal se redujo y comenzó el auge del teletrabajo.
Sin embargo, más allá de las medidas de reducción de personas en los distintos ámbitos, hay una realidad que es difícil de controlar y que es una de las principales causas de contagios en el mundo: el uso del TRANSPORTE PUBLICO.
El TRANSPORTE PUBLICO es uno de los principales espacios de contagio de coronavirus en el mundo. Cada vez más trabajadores lo usan a medida que se flexibilizan las cuarentenas.
El TRANSPORTE PUBLICO es el principal medio de traslado de los trabajadores, sobre todo en las grandes ciudades. Si bien en un principio se redujo la cantidad de pasajeros y se estableció un protocolo, cada vez son más las personas que regresan a sus tareas y es acá donde la desinfección de los espacios se vuelve fundamental. Actualmente, el TRANSPORTE PUBLICO se sanitiza con hipoclorito de sodio, es decir, la famosa lavandina.
Un equipo santafesino con una propuesta de desinfección
Para lograr una desinfección más eficaz y rápida, un grupo de trabajo integrado por profesionales del ámbito privado, con experiencia en la fabricación de equipos generadores de ozono, e investigadores de organismos públicos de la ciudad de Santa Fe, propuso limpiar el TRANSPORTE PUBLICO –y otros espacios cerrados– de la existencia de virus, a través de un “sistema integral de sanitización” basado en la generación de ozono. La idea es que el diseño se haga con componentes nacionales, por lo tanto, más económicos, de fácil acceso y de fabricación rápida.
Hay una realidad que es difícil de controlar y que es una de las principales causas de contagios de coronavirus en el mundo: el uso del TRANSPORTE PUBLICO en la vuelta a la normalidad.
Aire Digital habló con la Dra. María Eugenia Lovato, investigadora del Conicet en el Intec y docente de la Facultad de Ingeniería Química (UNL), quien explicó en qué consiste el método de generación de OZONO y cuál fue el resultado de las primeras pruebas en el TRANSPORTE PUBLICO de la capital provincial Santa Fe (Argentina).
“El OZONO actúa por un mecanismo oxidante muy fuerte, uno de los oxidantes más fuertes que se conocen. Tiene la capacidad de oxidar y degradar la membrana lip dica que protege a muchos tipos de microorganismos y virus”, dijo la especialista, que trabaja en el proyecto junto al Dr. Matías Machtey, docente investigador en la Facultad de Ingeniería (Uner), el técnico Horacio Ocampo y el bioingeniero Andrés Machtey.
Además, su implementación en la desinfección genera la menor cantidad de residuos frente a otros tratamientos.
Este método fue pensado por el equipo de trabajo para aplicarse primero en el TRANSPORTE PUBLICO, ya que debe utilizarse en espacios cerrados. Después, podría aplicarse en otros espacios públicos cerrados. “El OZONO es un gas, por lo tanto, se difunde en todo el espacio que le des. En un espacio abierto, se pierde”, justificó Lovato y contó que ya se realizó la primera prueba del proyecto en un colectivo de la ciudad de Santa Fe, prestado por la empresa Autobuses Santa Fe.
“El OZONO actúa por un mecanismo oxidante muy fuerte, uno de los oxidantes más fuertes que se conocen. Tiene la capacidad de oxidar y degradar la membrana lip dica que protege a muchos tipos de microorganismos y virus”, dijo la especialista.
“Llevamos un sensor y pudimos corroborar la concentración de ozono en distintos puntos del colectivo. Lo logramos en tiempos cortos, que es lo que le interesa a la empresa, ya que obtuvimos concentraciones altas que nos permitieron hacerlo en ese tiempo”, dijo Lovato.
Pero, curiosamente, no fueron los que más tiempo coincidieron en el local, ni los que estaban más cerca entre sí. ¿Por qué, de entre casi un centenar de personas, solo diez se infectaron? Es más, ¿por qué solo esas diez personas en concreto? La respuesta era mucho más inesperada de lo que podría parecer: el responsable era el AIRE ACONDICIONADO. Y eso, evidentemente, deja numerosas preguntas encima de la mesa. A medida que avanza el desconfinamiento y llega el calor al hemisferio norte, ¿qué sabemos sobre la climatización y el coronavirus?
La 'bomba de relojería' que se puede ocultar en el AIRE ACONDICIONADO
En las últimas semanas se hablado mucho de los "eventos de superdispersión". Es decir, del hecho de que, a diferencia de otras enfermedades infecciosas, con el coronavirus la gran mayoría de infectados no transmiten el virus y son solo unos pocos infectados los que acaban por contagiar a un gran número de personas. Las estimaciones actuales dicen que el 10% de los infectados originan el 80% de las transmisiones.
A día de hoy no sabemos si esos "superdispersores" tienen características genéticas, inmunológicas o sociales comunes. Sin embargo, sí tenemos evidencias de que los contagios masivos surgen en situaciones con circunstancias parecidas: "cuando hay personas infectadas en espacios cerrados y en contacto continuo con otras personas". Si nos fijamos en los estudios más extensos, vemos que "la mayoría de los clusters se originaron en gimnasios, pubs, locales de música en vivo, salas de karaoke y establecimientos similares donde las personas se reúnen, comen y beben, charlan, cantan, hacen ejercicio o bailan, frotándose los hombros durante períodos de tiempo relativamente largos"
En un mundo conquistado por el AIRE ACONDICIONADO, el sentido común nos dice que la confluencia entre el desconfinamiento y la llegada del verano al hemisferio norte se pueden generar muchos casos en los que personas infectadas pasen largos periodo de tiempo "en espacios cerrados y en contacto continuo con otras personas". Más aún si, como parece con el ejemplo del restaurante de Guangzhou, los sistemas de climatización resultan ser aliados inesperados del SARS-CoV-2.
Lo que sabemos sobre cómo se transmite el virus
De hecho, no es el único caso documentado en el que los sistemas de AIRE ACONDICIONADO parecen haber tenido un papel importante facilitando los brotes. Sin embargo, aunque los investigadores están trabajando a toda velocidad, aún no estamos seguros de cómo y por qué se produce ese efecto amplificador. Ante esto, lo que nos queda es recurrir a lo que sí sabemos sobre la transmisión del SARS-CoV-2.
El mito de que las mascarillas son ineficaces frente al coronavirus: lo que sabemos sobre una de las polémicas más duras de la pandemia
En términos generales, hay tres formas fundamentales de contraerlo: Por contacto directo (al tocar zonas sensibles de un paciente infectado), por contacto indirecto (tocando objetos contaminados con el virus) y por el flujo respiratorio (a través de las gotas que expulsamos cuando tosemos, estornudamos o hablamos).
Hay un caso más en el que la evidencia es menos clara: el contagio por aerosoles. Se trata de una situación intermedia entre la "vía del flujo respiratorio" (en las gotitas se posan rápidamente en el suelo) y la "vía aérea" (en la que el virus es capaz de vivir en el aire y retener su capacidad infectiva mucho tiempo).
Aunque, como digo, no hay un consenso absoluto entre los investigadores, con la evidencia disponible podemos asumir que este virus sí tiene capacidad de transmitirse por aerosoles; es decir, puede estar en el ambiente durante ventanas de tiempo que van desde los pocos minutos a varias horas. La cuestión, no obstante, no está en su capacidad teórica, sino en cuál es su vía de contagio prioritaria. De eso es de lo que depende que el efecto de los aires sea simplemente malo o sea muy preocupante.
¿ Qué debemos hacer para evitar riesgos innecesarios ?
Si trazamos un continuo entre el contagio por flujo y el contagio por aerosoles, la peligrosidad de los aires aumentará conforme la vía de contagio prioritaria del virus se sitúe más cerca de éste último. Con el contagio por flujo las máquinas de climatización tienen como principal problema que pueden aumentar el radio de diseminación del virus; con el contagio por aerosoles, los aires (especialmente en circuito cerrado) podrían acabar por aumentar considerablemente la 'carga viral' del ambiente. Esto último sería potencialmente mucho más peligroso.
La buena noticia es que casos como el de la comida de Año Nuevo de Guangzhou parecen insinuar que el medio principal de transmisión es el contagio por flujo respiratorio: en el restaurante en cuestión todos los infectados estaban en la dirección del AIRE ACONDICIONADO. Justo lo que esperaríamos ver en el tipo de contagio: las gotas se diseminaban más lejos, pero se posaban rápidamente en el suelo, las mesas o las personas.
Esto nos hace pensar que medidas sencillas como impedir la recirculación del aire o usar el filtrado de la máquina pueden ayudar a reducir la exposición al virus. No obstante, es pronto para poner todas nuestras prevenciones en esas dos medidas. Por ello, los informes de las organizaciones profesionales (tanto de la Sociedad Española de Sanidad Ambiental como de la Federation of European Heating, Ventilation and Air Conditioning associations) recomiendan la ventilación directa (a través de las ventanas) y evitar sistemas centralizados (para evitar que la posible dispersión se extienda fuera de la habitación) para evitar problemas. Cosas como cambiar los filtros o limpiar los conductos son acciones que no han demostrado su efectividad.
• Las mutuas, como entidades encargadas de evaluar los riesgos en el trabajo, son las encargadas de establecer los EPIs (Equipos de Protección Individual) según el riesgo de cada categoría profesional.
• Todo EPI debe ser almacenado adecuadamente, siguiendo las instrucciones dadas por el fabricante, para evitar un daño accidental o su contaminación.
• Las mascarillas solo son necesarias en personas contagiadas por el virus o en las personas que trabajen en un entorno de probable o asegurada infección, es decir, expuestas a personas contagiadas.
• Los guantes han de ser de vinilo/acrilonitrilo, cumpliendo la norma UNE-EN ISO 374.5:2016. En caso de tener que usar guantes de látex se recomienda que sea sobre una base de algodón.
• Si se da la circunstancia de usar guantes desechables para realizar alguna actividad, alegando el sentido común, se usarán para ejecuciones mínimas que no requieran de guantes resistentes a rotura.
• Utilizar ropa, estropajos, esponjas, bolsas específicas y otros enseres identificadas/codificadas por código de colores, para evitar la contaminación cruzada.
• Para la desinfección, utilizaremos productos clorados ya que los virus se desactivan tras cinco minutos en contacto con estos desinfectantes.
• Para los muebles de superficies blandas como sofás, colchones u otros que no son desenfundarles, se recomienda procedimientos de limpieza específicos como limpieza a vapor (tipo steamer) y/o aerosoles desinfectantes para tejidos (tipo Sanytol tejidos u otros similares) previo aspirado.
• En moquetas y alfombras cuanto más rugosas sean, más posibilidad de almacenaje del virus. Se recomienda limpieza con champú o sistema en seco y ozono.
• Aumentar la frecuencia de la limpieza y la desinfección.
• Disponer de botes de gel desinfectante en puntos estratégicos del hotel, destinado a clientes y personal.
• La ventilación es imprescindible para mantener la calidad y seguridad del aire que respiramos, ya que el hacinamiento y la falta de aire fresco, favorecen la trasmisión del virus. Hay que ventilar a diario con un mínimo de veinte minutos y en cualquier época del año, también en invierno.
• En caso de textiles de cliente infectado, no sacudir.
• No confundir limpiar con desinfectar. Para desinfectar una superficie previamente debemos limpiarla, quitar polvo y otras suciedades. Entender la diferencia entre limpieza y desinfección, ayuda a prevenir la propagación de gérmenes. La limpieza es el acto de eliminar gérmenes, suciedad e impurezas.
• La desinfección consiste en utilizar productos químicos para matar los gérmenes (por ejemplo, pulverizando una solución a base de lejía u otros productos desinfectantes). Si primero limpias y luego desinfectas, puedes reducir notablemente el riesgo de infección.
• Ventila las habitaciones antes de limpiar. Deja que entre aire fresco durante al menos 20 minutos y, si es posible, mantén las ventanas abiertas hasta que termines.
• Se limpia y desinfecta todo aunque el cliente no lo haya usado.
• Una vez retirada la ropa de cama, se aconseja pulverizar colchón y almohadas con desinfectante específico de uso profesional.
• La ropa de cama y toallas siempre lavada por las lavanderías industriales garantizando la desinfección de las prendas.
• Pulverizar también cortinas con desinfectante específico como prevención ya que en este tejido el virus apenas perdura pocas horas.
• En caso de polvo o suciedad, limpiar previamente con bayeta y producto para después desinfectar. Se recomienda cambiar trapo en cada habitación de cliente. En caso de utilizarse bayeta, aclararla bien después de limpiar una habitación e impregnarla de nuevo con producto desinfectante antes de proceder a la limpieza de la siguiente.
• El uso de la bayeta se hará siguiendo el método de doblado en 8, usando cada una de las caras para realizar una limpieza más eficiente.
• Eliminar durante el período de precaución post-alarma todo elemento de decoración que no se lave en cada salida, como cojines, colchas y plaids.
Se puede continuar con el método que se tenía adoptado para la eliminación y separación de la basura de la habitación. Además, a todo esto hay que sumar:
• Se recomienda que cada camarera de piso lleve en su carro un bote de gel desinfectante. Así no es necesario cambiar de guantes en cada habitación, sino que los puede desinfectar.
• Fregar el suelo de la habitación a diario ya que el jabón desintegra el virus. En caso de moqueta, se recomienda poner ozono después de una salida el tiempo necesario, ya que regenera el oxígeno y mata microorganismos actuando sobre todo el material existente en la habitación, actuando a su vez en los conductos de aire, por lo que se recomienda dejarlos funcionando mientras el ozono actúa.
• Desinfectar o cambiar los amenities en cada huésped.
• Retirar ropa de cama y toallas con cuidado de no sacudirlas.
• Se aconseja mantener la climatización en una temperatura ambiente entre 23 – 26ºC, asegurando una renovación del aire suficiente. Se debe revisar el sistema de aire acondicionado y especialmente, la limpieza de filtros.
• Para la limpieza el baño, se recomienda realizarla con agua a más de 30 grados con los productos desinfectantes recomendados por el proveedor. Limpiar paredes, puertas, esquinas. No dejar ninguna superficie sin limpiar, al realizar la limpieza del baño en una habitación de salida.
• Los vasos de cristal, tazas y vajilla en general, se lavarán en maquina lavavajillas para garantizar su higiene. En caso de no poder hacerlo así, lavarlos con agua muy caliente, mínimo 30 grados, con jabón o desinfectante y utilizando una bayeta/fibra específica para vajilla.
• El mostrador deberá limpiarse y desinfectarse de forma frecuente evitando que haya excesivos elementos que puedan manipular los clientes. También es importante que se disponga de un gel o solución desinfectante, si no hay un baño cercano.
• Desinfectar a menudo teclado ordenador, teléfonos y ratón.
• Después del intercambio de objetos entre cliente y trabajador (tarjeta de crédito, billetes, bolígrafos…) se realizará una desinfección de manos, aunque por un tiempo, se recomienda el uso de guantes.
• Se recomienda ampliar la frecuencia de la limpieza en estas zonas. Ventilar más frecuente al igual que en las habitaciones
• Se mantendrá un programa de mayor asistencia de limpieza y desinfección de las zonas infantiles, de los juegos, de las instalaciones, etc.
• Especial hincapié en las zonas frecuentes de contacto: barandillas, pasamanos, botones de ascensor, mandos e interruptores, máquinas expendedoras, puertas, ordenadores para el uso de clientes…
• En los aseos públicos: grifos y manecillas de las puertas, inodoros y otros equipamientos. Además, hay que asegurarse de que hay papel de baño suficiente, jabón y, a poder ser, gel desinfectante.
• En las piscinas debemos poner especial atención en el bar y en las hamacas y tumbonas.
Hace unas semanas, la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECLA) avisó de que el ozono no garantizaba su eficacia y que incluso podría acarrear algún riesgo.
Sin embargo, las GOBERNANTAS de HOTEL recomiendan su uso en su protocolo de limpieza y desinfección hotelero. Lorena Moreno, presidenta de ASEGO, afirma que son muchas las GOBERNANTAS de HOTEL que desde hace muchos años usan las máquinas de ozono para eliminar los olores. “Se ha convertido en un gran aliado cuando en una habitación han fumado o han comido alimentos especiados. En apenas 20 minutos el olor se ha eliminado”, afirma.
“A nivel de operativa, las máquinas de OZONO son fantásticas, por eso escucharás a muchas GOBERNANTAS de HOTEL decir que las utilizamos y que estamos a favor de ellas”, concluye.
Asimismo, Lorena Moreno explica cómo funcionan estas máquinas: Una vez que la habitación está limpia y ventilada, se cierra la ventana y se conecta la máquina a una determinada altura. Se pone el temporizador en 20 minutos y pasado ese tiempo la máquina deja de funcionar. Entonces, ya se puede entrar a la habitación a retirar la máquina. “A mí me gusta volver a ventilar después y poner ambientador cooporativo”, señala. Además, confirma que las máquinas de ozono “no se pueden usar en presencia de personas, animales ni plantas”.
Estos GENERADORES de OZONO se pueden usar en las instalaciones de aire acondicionado que ya existan en el negocio, pero también se pueden instalar en lugares de difícil acceso o en lugares sin conductos de aire acondicionado.
Centros comerciales, clínicas, oficinas y otros espacios cerrados son de los mayores clientes de los GENERADORES de OZONO, especialmente en la actualidad con la pandemia de COVID-19.
También talleres mecánicos, negocios de hostelería o comercios están realizando pedidos de estos dispositivos.
El objetivo es ofrecer una actividad habitual a la vez que se consigue las máximas garantías para clientes y trabajadores en materia sanitaria.
¿ Por qué usar el ozono como desinfectante y purificador ?
OZONO es un gas que reacciona de forma muy activa rompiendo la membrana celular de todo tipo de microorganismos presentes en el aire, como virus, bacterias u hongos para destruir los malos olores de los espacios cerrados.
El OZONO no deja residuos químicos, a diferencia de otros desinfectantes, su presencia en el aire de espacios cerrados pasa totalmente inadvertido para clientes y trabajadores.
De esta forma se desinfecta el aire y actúa como viricida y bactericida mientras la actividad del negocio se desarrolla con total normalidad.
Pero los BENEFICIOS del OZONO no terminan aquí, ya que también ayuda a aportar un ambiente limpio y sano, que mejora el confort y el bienestar: para los empleados y los clientes del negocio.
Una vez comprado los GENERADORES de OZONO tan solo hay que instalarlo y ponerlo en marcha para que funcione con normalidad purificando el aire.
Alcanzar un aire puro y libre de virus y bacterias en el interior de negocios y empresas con GENERADORES de OZONO resulta elemental para evitar la propagación del virus.