Fuente: ECOticias (11/01/2012)
El coautor del estudio, Jonathan Bloch ha explicado que el primate de 47 millones de años, Notharctus tenebrosus, claramente tenía una garra de aseo en su segundo dígito -sorprendentemente, la garra era algo aplastada, como un clavo. Según el investigador,"Notharctus puede proporcionar evidencia de que las uñas se desarrollan a partir de este grupo de primates, o que, por otro lado, las garras se desarrollaron a partir de las uñas en este grupo".
Por su parte, la coautora Stephanie Maiolino ha afirmado que la presencia o ausencia de una garra de aseo se ha utilizado anteriormente para clasificar a los grupos de primates: los seres humanos, los simios y los monos tienen uñas, mientras que los lémures tienen garras de aseo en el segundo dígito. Además, apunta que "las uñas pudieron ser el punto de partida, y las garras de aseo se desarrollaron a partir de éstas como un rasgo funcional".
Los resultados plantean cuestiones acerca de un estudio realizado en 2009, que describe la extinción de la especie de primates Darwinius masillae, clasificada en el mismo grupo que primates extintos de la especie Notharctus. Anteriormente, se pensaba que Darwinius poseía una uña en su segundo dígito, en lugar de una garra de aseo, lo que llevó a los investigadores a plantear la hipótesis de que estos primates antiguos pertenecían a un grupo más estrechamente relacionado con monos, simios y humanos, que con el de los lémures.
Wighart Von Koenigswald, profesor de Paleontología en la Universidad de Bonn, en Alemania, y coautor del estudio de 2009, afirma no estar de acuerdo con algunas de las conclusiones del estudio actual, aunque sus investigaciones más recientes sobre el primate Darwinius muestran que es probable que éste también tuviera una garra de aseo, como los lémures.
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