Sin embargo, el mayor peligro podría no estar solo en las calles, sino encontrarse también en el interior de nuestro propio COCHE.
Además de la contaminación que pueda filtrarse en el COCHE, se suman otras sustancias artificiales que acumuladas en un espacio tan cerrado que resultan muy perjudiciales.
Existe un creciente temor por los efectos que la contaminación en las ciudades pueda causarnos, pero parece que no nos preocupa cuando nos montamos en nuestro COCHE, que al fin y al cabo es otro espacio en el que pasamos mucho tiempo (se estima que entre 2 y 3 horas diarias de media).
No dudamos en abrir la ventanilla para «airearnos» cuando circulamos por la ciudad, gesto común con el que recogemos todo el aire contaminado de la ciudad.
O peor aún abrimos el ventilador ordinario de nuestro vehículo, con el que absorbemos la contaminación de forma directa.
El problema radica en que el aire contaminado se concentra en un espacio tan reducido como el habitáculo, sin posibilidad que se renueve; según un estudio de la Universidad de Navarra, la contaminación que respiramos en nuestro coche puede ser 50 veces superior a la que respiramos si caminamos o circulamos en bicicleta.
Además, otro estudio de la Universidad de Surrey (Reino Unido) señala que el peor momento para exponernos es en los semáforos, donde los vehículos parados están expuestos a niveles de contaminación 29 veces más elevados que cuando el tráfico es fluido.
Una contaminación que aumenta un 40% si además estamos atrapados en medio de un atasco, durante el cual el COCHE con el motor al ralentí no dejan de producir emisiones.
En este sentido, el INSERM (Instituto Nacional de Salud y de Investigación Médica) identifica al COCHE como nuestro peor enemigo.
Tecnología del OZONO que limpia el aire de nuestro coche
¿Estamos condenados a respirar de forma poco saludable en el interior de nuestro vehículo?
Por supuesto que no. Basta con circular con los cristales subidos, el ventilador cerrado y el GENERADOR de OZONO funcionando la reducimos en un 100%.
La mejor solución es el uso del GENERADOR de OZONO que es fruto los fabricantes e innovaciones tecnológicas que parecen propias de sofisticados laboratorios.
Las emisiones contaminantes producidas por el tráfico rodado no es lo único que puede perjudicar la calidad del aire de nuestro vehículo. Además tenemos el polvo o el polen que puede meterse en su interior, con efectos perjudiciales para muchos conductores.
También lo elimina el OZONO, salvando a personas con problemas respiratorios o a quienes padecen el asma.
Entonces, ¿estamos a salvo de las emisiones y las partículas si nos aislamos del exterior? No siempre. Se pueden sumar los llamados Compuestos Orgánicos Volátiles, producidos por algunos materiales que son utilizados en el vehículo, como tapicerías, alfombrillas, pinturas…
En la fabricación de las piezas del coche, desde los posavasos hasta los conductos de ventilación, etc.; estos materiales, pueden desprender compuestos de gran toxicidad para el ser humano.
El OZONO también fulmina y elimina los Compuestos Orgánicos Volátiles gracias OZONO.
La calidad del aire en el interior de nuestro COCHE es un asunto de suma importancia.
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