Son otras formas de luchar contra el CANCER, caminos complementarios -nunca alternativos- a la quimioterapia, la radioterapia o la cirugía tradicional que ofrecen los oncólogos en los hospitales.
Fuente: LA VERDAD (05.12.09)
Los nuevos tratamientos viven un auténtico 'boom' y generan no pocas preguntas y un intenso debate. Cada vez más pacientes acuden a ellos como forma de ganar calidad de vida, con el objetivo de retrasar el desarrollo del tumor o simplemente como última esperanza cuando los tratamientos hospitalarios (cada vez más y mejor desarrollados) no terminan de cumplir sus espectativas.
Lo fundamental, en cualquier caso, es saber distinguir el grano de la paja, ponerse en manos de facultativos acreditados y nunca de profesionales sin garantía.
Según explican los doctores José Rodríguez y Javier Hidalgo, de la clínica Clinalgia de Murcia, «aunque a menudo desconocidas, muchas de las terapias complementarias para pacientes oncológicos gozan de un gran soporte científico y han sido investigadas y ensayadas muy exitosamente; no interfieren con los tratamientos convencionales y son inocuas».
«Actuamos sobre el sistema inmunitario, para fortalecerlo, y sobre los factores que están implicados en el desarrollo de cualquier cáncer, como son la falta de oxígeno en las células, un PH ácido y la contaminación por tóxicos y metales pesados en los tejidos». De esta forma se pretende evitar la reaparición del tumor cuando éste ya ha sido eliminado por los tratamientos habituales (cirugía, quimioterapia y radioterapia). En el último Congreso Internacional sobre terapias complementarias en pacientes oncológicos (Madrid, 31 de octubre del presente año) todos los ponentes, entre ellos varios oncólogos, coincidieron en que cuando se llevan a cabo de forma simultánea las técnicas alternativas y las tradicionales los resultados beneficiosos se potencian.
La ozonoterapia, por ejemplo, «produce una oxigenación general de los tejidos, lo que beneficia a las células sanas y mata las cancerígenas», y al respecto no faltan los estudios científicos en revistas de renombre. El proceso es cómodo e indoloro para el paciente. Se le extrae sangre que es mezclada con ozono. Después, la sangre vuelve al organismo; es una autotransfusión.
Los doctores Rodríguez e Hidalgo también utilizan una máquina conocida como 'PAPIMI', que envía «impulsos magnéticos» sobre la zona afectada por el tumor con la finalidad de contribuir a su destrucción. Es lo que se conoce como «magnetoterapia»; su aplicación es igualmente inofensiva e indolora.
Algo clave para mantener fuerte las defensas frente al cáncer o frente a cualquier enfermedad es la alimentación saludable y equilibrada, rica en vitaminas. Las Verduras y frutas frescas, aceite de oliva virgen, cereales integrales, frutos secos (a excepción del cacahuete), miel y pescados (salvo la trucha y el salmón) son la combinación perfecta frente al cáncer. En Clinalgia ofrecen además un plato 'estrella': la crema Budwig, con requesón y aceite de lino. «Aporta aminoácidos y una mezcla de omega 3 y omega 6», explica el doctor Rodríguez.
Además, los médicos ofrecen suplementos alimenticios, bien en cápsulas o a través de suero, para llevar al organismo enfermo las cantidades exactas de vitamina C o antioxidante que necesita. El objetivo final es fortalecer el sistema inmunitario.
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