Examinaron los efectos del tabaquismo (actual, anterior y nunca había fumado), la cantidad de cigarrillos fumados por día y la duración del abandono del hábito de fumar en la extensión de la pérdida auditiva.
Incluso, después de ajustar los factores que incluyen la exposición al ruido ocupacional, los científicos notaron un incremento del riesgo de pérdida auditiva de 1,2 a 1,6 entre los fumadores actuales en comparación con los que nunca habían fumado.
Aunque la asociación entre el tabaquismo y la pérdida de audición de alta frecuencia fue más fuerte que la de la pérdida de audición de baja frecuencia, el riesgo de pérdida de audición de alta y baja frecuencia aumentó con el consumo de cigarrillos.
Los investigadores analizaron los datos de los controles anuales de salud, que incluyeron pruebas de audio realizadas por un técnico y un cuestionario de estilo de vida relacionado con la salud completado por cada participante.
El mayor riesgo de pérdida auditiva disminuyó dentro de los cinco años posteriores a dejar de fumar.
"Con un tamaño de muestra grande, un largo periodo de seguimiento y una evaluación objetiva de la pérdida auditiva, nuestro estudio proporciona evidencia sólida de que fumar es un factor de riesgo independiente de pérdida auditiva", afirma el autor principal del estudio, el doctor Huanhuan Hu, del Centro Nacional de Medicina y Salud Global en Japón.
"Estos resultados proporcionan evidencia sólida para respaldar que el tabaquismo es un factor causal de la pérdida auditiva y enfatizan la necesidad del control del tabaco para prevenir o retrasar el desarrollo de la pérdida auditiva", concluye.
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