28 nov 2007

En California se convertirá el agua residual en agua potable


Fuente: EFE. Internacional (28/11/2007)

El agua de las cañerías residuales de Orange County (California) se reciclará hasta convertirse en agua potable y lista para el consumo, proceso que empezará el próximo 30 de noviembre, publica hoy la edición digital del New York Times.

Según los expertos, la nueva planta de este condado, que purifica el agua a través varios filtros, pantallas, componentes químicos y por último el paso del tiempo, será la más grande del mundo dedicada a recuperar el agua de las cisternas para el consumo humano.

Para ello, este tipo de técnica, que se practica a gran escala y con éxito en la capital de Namibia, Windhoek; podría ser la solución en aquellos lugares en los que la sequía es una constante, como ocurre en varias zonas de California.

"Este tipo de proyectos van a empezar a verse desarrollados en todos aquellos lugares en los que existe una grave escasez de agua", dijo Michael R. Marcus, director general de los recursos acuíferos de Orange County, en declaraciones al diario estadounidense The New York Times.

En la ciudad de San Diego, también en California, las autoridades aprobaron el pasado octubre un programa piloto para fomentar el reciclaje y posterior consumo del agua de las cisternas y demás conductos residuales.

Sin embargo, el alcalde de esta ciudad, tendente a la sequía, vetó esta propuesta, que además de ser muy costosa, tenía pocas posibilidades de contar con el apoyo popular.

Hasta el momento, la mayoría de la gente se ha mostrado siempre reticente ante la idea de que el reciclaje fuera tan efectivo como para limpiar tan bien el agua de sus deshechos, que hasta pudieran beberla.

A pesar del veto, el ayuntamiento de San Diego planea organizar un voto a principios de diciembre para anular la negativa del alcalde.

La planta que se ocupará de esta iniciativa se llama Water Factory 21, la cual, tras una serie de renovaciones, puede procesar casi 265 millones de litros de agua al día y ya ha sido visitada por expertos acuíferos de todo el país.

Según el rotativo neoyorquino, el agua que sale de esta planta no solo alcanza los estándares sanitarios que se requieren para su consumo en EE.UU., sino que incluso los supera.

El agua reciclada, que por ley no puede ser dirigida directamente a los grifos de los consumidores, será inyectada bajo tierra para cumplir dos cometidos básicos.
Por un lado formar parte de la barrera que evita que el agua de mar se mezcle con los recursos de agua dulce y por otro rellenar las reservas acuíferas para el consumo de cerca de 2,3 millones de personas (cerca de un tres cuartos de la población del condado).

La medida cuenta con la mayoría del apoyo popular en Orange County, que está de acuerdo con el tema, además de haberse visto influida por la campaña de publicidad llevada a cabo por las autoridades del agua y de la salud.

Para estos la cuestión no es solo paliar el problema del agua a corto plazo, sino proponer una solución para que los recursos sean suficientemente abundantes para suplir a los cerca de 500.000 nuevos habitantes que se espera vivan en el condado hacia 2020.

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