Pero, hasta donde sabe el equipo del microbiólogo Ed Topp, de la AAFC (Agriculture and Agri-Food), una institución canadiense con sede en la provincia de Ontario, ésta es la primera vez que se informa sobre un microorganismo del suelo que degrada un antibiótico tanto para protegerse a sí mismo como para obtener alimento.
La creciente preocupación sobre la tendencia de la bacteria cada vez más común a desarrollar resistencia a los antibióticos es lo que llevó a Topp y sus colaboradores a comenzar un experimento hace 14 años, en el que aplicaban anualmente a parcelas de suelo dosis con concentraciones medioambientalmente relevantes de tres antibióticos de uso veterinario: sulfametazina, tilosina, y clortetraciclina. Suministrados comúnmente a cerdos y a otros animales de granja, se cree que los antibióticos mantienen más sanos a los animales. Un problema es, sin embargo, que también son excretados con el estiércol que luego se esparce una vez al año como abono en muchos campos de cultivo del mundo.
Aún así, los investigadores se sorprendieron al ver que los antibióticos también se degradaban mucho más rápido en las parcelas tratadas durante mucho tiempo que en los suelos no tratados. En particular, la sulfametazina, miembro de una clase de antibióticos llamados sulfonamidas, desapareció hasta cinco veces más deprisa.
Este grupo, cuyo responsable es el investigador José Juan Gaforio, ha publicado un artículo sobre los efectos biológicos de cuatro compuestos del aceite de oliva virgen en el organismo en la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry, editada por la American Chemical Society. Según José Juan Gaforio "es importante entender qué efectos tiene para la salud la ingesta de aceite de olivar virgen" y en este sentido, dichos compuestos cuentan con propiedades antiinflamatorias, inhiben el estrés oxidativo y reducen el daño que se produce en el ADN, entre otras cosas. El investigador ha señalado que "estos efectos son fundamentales para la protección de patologías como las enfermedades cardiovasculares o el cáncer".
Asimismo, asegura que "el aceite de oliva virgen puede jugar un papel importante en la prevención del daño o deterioro en el ADN gracias a la presencia de compuestos biosaludables como los estudiados en este trabajo", al tiempo que recuerda que todas estas propiedades se pierden cuando el aceite se refina.
"Una cosa es saber que ciertos alimentos son buenos para prevenir una determinada patología, y otra muy distinta es demostrarlo científicamente", ha subrayado la investigadora.
En busca de una forma sencilla de calcular el ritmo adecuado de entrenamiento, este grupo de investigadores probó la utilidad del podómetro, un aparato que mide el número de pasos. Seleccionaron a 97 adultos de origen latino (39 hombres y 58 mujeres) y los pusieron a caminar sobre una cinta mientras monitorizaban su respiración y su frecuencia cardiaca para estimar los METs que consumían.
Para un ejercicio de 3 METs, los hombres debían llevar una cadencia de 102 pasos por minuto y las mujeres de 106, aunque con importantes diferencias entre unos individuos y otros. De hecho, "el principal hallazgo de este trabajo -subrayan sus autores- es que existe un considerable margen de error al utilizar el podómetro para medir los METs al caminar en la cinta".
"El uso de una guía simple basada en el uso del podómetro, que es fácil de recordar y medir, podría ser más eficaz a la hora de que el médico se lo transmita al paciente", ha explicado Simon J. Marshall, de la Escuela de Ciencias de la Nutrición y el Ejercicio de la Universidad Estatal de San Diego, autor del trabajo.
Estos resultados, que están en la misma línea que anteriores, son una simple recomendación, y no un criterio preciso, para ayudar a las personas a llevar un estilo de vida activo y sano.
Es lo que sugiere un estudio presentado por la Asociación Americana del Corazón (AHA). Concretamente, los children actuales tardan 90 segundos más en correr una distancia de 1,6 kilómetros.
Los expertos en salud sugieren que el 80% de los children y jóvenes del mundo no hacen suficiente ejercicio y recomiendan que los children de 6 años o más hagan cada día al menos 60 minutos de actividad moderada a la largo del día.
Según cuentan los investigadores de un estudio publicado en la revista Royal Society Biology Letters, los machos nativos se sienten más atraídos por las hembras de la especie invasora (extranjeras) que por las de su propia especie.
Existen dos especies de mantis religiosa en Nueva Zelanda. Una de ellas es la especie nativa, Orthodera novaezealandiae, y la otra una especie procedente de Sudáfrica, Miomantis caffra, que llegó en la década de los 70 y se extendió rápidamente por todo el país.
El Dr. Greg Holwell, ecólogo conductual de la Universidad de Auckland y coautor del estudio, y sus colegas investigaron la interacción entre las dos especies utilizando un dispositivo llamado Y-maze olfactometer, algo así como un olfatómetro en forma de Y.
Pero lo más sorprendente fue cuando se les dio la opción de elegir entre una mujer nativa o una invasora, los machos seguían eligiendo la especie equivocada.
Más tarde, los investigadores observaron lo que sucedía entre los machos y las hembras (extranjeras), cuando se apareaban en su medio natural.
Los machos nativos se acercaban a las invasoras e intentaban aparearse como si fueran de su propia especie. No sólo sus intentos para aparearse eran fallido, sino que existía un inconveniente grave para tanto esfuerzo.
Además, los expertos encontraron que en el núcleo accumbens (NACC) izquierdo, la oxitocina incluso aumentó la respuesta neuronal hacia la pareja en comparación con una mujer conocida, lo que indica que este hallazgo es específico para los lazos de pareja, no de familiaridad (por ejemplo, como resultado de pasar mucho tiempo juntos en el trabajo).
La hormona hipotalámica de la oxitocina (OXT, por sus siglas en inglés) ha sido utilizada en la mediación de vínculos de pareja en varias especies, incluyendo ratones de campo, pero se sabe poco sobre cómo puede actuar para promover la fidelidad, sobre todo en los hombres.
Esta acción de la OXT en el sistema de recompensa podría explicar por qué los hombres se sienten motivados a permanecer en una relación monógama a pesar de su coste.
Este deseo, y quizás también la depresión que algunas personas desarrollan, podrían ser debido a que la OXT no interviene en el sistema de recompensa. “Es difícil decir si la oxitocina podría ayudar en esta situación o hacer que las cosas vayan aún peor, por eso es fundamental continuar investigando”, concluye.
“Era, con mucho, el dinosaurio más temible en su tiempo en América del Norte. Pensamos que Lythron o sangre representa correctamente su estilo de vida, cubriéndose con la sangre de un animal muerto”, declara a SINC Mark Loewen, autor principal del estudio, que publica la revista PLOS ONE, y científico del NHMU.
Lythronax fue descubierto en el Monumento Nacional de Grand Staircase- Escalante (GSENM, por sus siglas en inglés) al sur de Utah, por Scott Richardson, un empleado de la Oficina de Administración de Tierras de EE UU, institución que administra este territorio.
“El nombre de T. rex se traduce como ‘rey lagarto tirano’, por lo que pensamos que este nuevo pariente cercano –pertenecen a la misma rama evolutiva– debería tener un nombre igualmente evocador", explica SINC Randall B. Irmis, coautor del estudio e investigador también del NHMU.
En el trabajo de identificación de la nueva especie colaboraron, además del Museo de Historia Natural de Utah y la Universidad de Utah, el Museo de Naturaleza y Ciencia de Denver, la Universidad de Alberta. Se estima que la nueva especie mediría aproximadamente 8 metros de largo y pesaba alrededor de 2,5 toneladas.
Según Irmis, los fósiles de los dinosaurios descubiertos pertenecen a una fecha muy próxima a los 80 millones de años. “Sabemos esto porque las capas geológicas, de las cenizas volcánicas que se encontraron justo por encima y por debajo del estrato donde estaba el esqueleto, han sido datados radioisotópicamente”. Esto convierte a este tiranosaurio en el más antiguo que se conoce.
Comparado con otros dinosaurios de esta familia, Lythronax era un enorme carnívoro con características únicas en su cráneo, que lo distinguen de sus parientes cercanos. “Específicamente, posee particularidades genuinas en su hocico –corto y estrecho– en su maxilar superior y en el lateral de su cabeza”, subraya Irmis.
Joe Sertich, del Museo de Denver añade: “Habría tumbado fácilmente a cualquier dinosaurio cornudo o de pico de pato que viviera junto a él. Su comida preferida podría haber sido el Diabloceratops, un dinosaurio cornudo temprano y muy singular de su época”.
Otra característica que lo convertía en un depredador infalible era la amplia anchura de la parte posterior de su cabeza, que le permitía ver con un campo de visión en superposición. “Le proporcionaba visión binocular, muy útil para un depredador, y una condición que asociamos con el Tyrannosaurus rex", apunta Loewen.
Además, las características de su cráneo y algunos de los huesos de sus extremidades lo vinculan más estrechamente con T. rex que con cualquier otro tiranosaurio.
“Esto es interesante porque Lythronax es el miembro más viejo del grupo de dinosaurios tiranosaurios y T. rex el más joven –de hace 66 millones de años–. Esto puede insinuar que hay muchos más familiares de este último en el oeste de América del Norte”, asegura el experto del Museo de Naturaleza y Ciencia de Dever.
La antigua Laramidia era una masa de tierra de la costa occidental de Norteamérica, formada por un mar poco profundo que inundó la región central del subcontinente, aislando hace entre 95 y 70 millones de años (en el Período Cretácico Tardío) sus porciones oriental y occidental. Se mantuvo así durante 15 millones de años.
Esta isla-continente se extendía desde la Península de Yucatán en México hasta la Cordillera de Brooks en Alaska. Una larga franja de tierra aislada del resto del mundo en la que convivieron dinosaurios evolutivamente diferentes a los de otros continentes.
Los dinosaurios y otros animales vertebrados únicos que habitaron Laramidia, como cocodrilos, tortugas, mamíferos, eran muy diferentes a las especies que vivían al mismo tiempo en otros continentes porque este territorio estaba aislado por el océano. Sólo cuando el nivel del mar cambió lo suficiente como para tener conexiones y formar otros continentes, pudieron desplazarse los animales dentro y fuera de Laramidia.
Los paleontólogos han determinado recientemente que los dinosaurios del sur de Laramidia (Utah, Nuevo México, Texas y México), a pesar de pertenecer a los mismos grupos, también difieren a nivel de especie de las del norte (Montana, Wyoming, Dakota y Canadá).
Sertich dice: "Lythronax y sus familiares del sur están más estrechamente relacionados entre sí, que con otros del norte de Laramidia. Este nuevo tiranosaurio puede demostrar que esta familia siguió un patrón similar a los que observamos en otros dinosaurios posteriores, con diferentes especies que viven en el norte y el sur, al mismo tiempo".
“La incursión del mar en grandes áreas de baja altitud habría separado pequeñas zonas de tierra, lo que permitiría que diferentes especies de dinosaurios evolucionaran en aislamiento en diferentes partes de Laramidia”, concluye.
«Este es el primer estudio filogenético de la prueba de la continuidad evolutiva de una expresión emocional humana», asegura la investigadora Marina Dávila Ross de la Universidad de Portsmouth (Reino Unido) en un informe publicado por la revista Current Biology.
Desde tiempos ancestrales, la risa ha supuesto un misterio para la comunidad científica, que ha querido analizar los vínculos entre los humanos y los antropomorfos, una familia de primates en la que se incluyen, entre otros, el chimpancé, el gorila, y el orangután.
En el caso de los tres niños que participaron en el estudio, fueron los padres los encargados de provocarles las cosquillas, de forma que no se tratara en absoluto «de situaciones artificiales», ha subrayado Zimmermann.
Los biólogos emplearon once rasgos de identidad para clasificar las risotadas y el hallazgo más sorprendente es que el componente genético-molecular de la risa es exactamente el mismo en los orangutanes, los gorilas, los chimpancés, los bonobos (o chimpancés pigmeos) y los humanos, todos ellos emparentados.
De hecho, según se deduce, cuanto más cerca del homo sapiens se sitúa el primate con respecto al árbol genealógico, más parecida es su risa. Así, mientras que los gorilas y orangutanes emiten sólo una leve risa, apenas audible, en el caso de los chimpancés y bonobos esta puede sonar a veces tan melódica como la carcajada de una persona. «Al estudiar a los primates más jóvenes conseguimos más información sobre lo que nos diferencia de los monos», ha afirmado Zimmermann.
Combinando la observación de conductas de monos y humanos, con escaneos del interior de cerebros, y evidencias fósiles, el equipo de investigación del neurobiólogo Atsushi Iriki, del Instituto de Ciencias del Cerebro, adscrito al Instituto RIKEN de Japón, y el antropólogo Gen Suwa del Museo de la Universidad de Tokio en Japón, ha obtenido resultados que contradicen la creencia común de que la destreza manual evolucionó después de que el desarrollo de la locomoción bípeda liberase a las manos de los homínidos y entonces pudiesen usar los dedos para manipular herramientas.
Tanto en el mono macaco de la especie Macaca fuscata, a la izquierda, como en el Ser Humano de la variedad Homo sapiens, a la derecha, están presentes cinco dedos independientes en mano y pie. Pero, a diferencia del mono, en el Ser Humano no todos los dedos del pie están fusionados en un mismo mapa neural: El dedo gordo tiene su mapa propio, ausente en los monos.