27 nov 2012

Intoxicados antes de nacer

Persistentes, cancerígenos, disruptores endocrinos

Son sólo algunos de los efectos tóxicos de muchas de las sustancias presentes en los productos que nos rodean y con las que convivimos a diario sin saberlo

Están en cremas, geles, envases de plástico, productos de limpieza, tintes, permanentes… y las embarazadas y los niños lactantes son especialmente sensibles a su toxicidad.

FUENTE | La Razón digit@l (03/06/2012)
Autor: Belén Tobalina

Muchos de los productos que utilizamos habitualmente contienen compuestos químicos TOXICOS. Están presentes en cremas, tintes, geles, permanentes, productos de limpieza, envases de plástico, juguetes... En definitiva, un sinfín de productos que usamos sin saber que estas sustancias son bioacumulativas, cancerígenas, disruptoras endocrinas... De hecho, «cada día estamos expuestos a miles de ellos, aunque el grado de toxicidad es diverso y los efectos TOXICOS se pueden referir a diferentes causas», explica Joan Grimalt, del Instituto de investigaciones Químicas y Ambientales de Barcelona, del CSIC.

En 2011 entró en vigor la prohibición de utilizar en la UE Bisfenol A (BPA) en los biberones por sus posibles efectos perjudiciales para la salud de los niños. El comisario de Salud de entonces, John Dalli, explicó que fue por la respuesta de su sistema inmunológico y el fomento de la aparición de tumores. Es decir, que hasta ese momento hemos estado expuestos a un químico potencialmente peligroso sin ser conscientes de ello. Y lo que es peor, denota que no hubo prevención. En definitiva, se puso un compuesto químico en un producto sin analizar previamente si era o no peligroso para la salud.

Y ésa es la realidad de muchas de «las 130.000 sustancias químicas que hay registradas en la UE», afirma Nicolás Olea, catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada. Y lo que es peor, «es difícil saber cuántas de ellas son altamente peligrosas para la salud. La legislación de la UE ha llegado a acuerdos con unas 30.000 sustancias, y la información sobre su peligro o riesgo para la salud no estará recopilado hasta 2018», precisa Lisette van Vliet, asesora de Políticas de Sustancias Tóxicas de Health & Environment Alliance.

Además, el Bisfenol A sigue presente en muchos productos. Un estudio publicado por la organización británica CHEM Trust alertaba de que la prohibición de utilizar BPA en los biberones no era suficiente. El BPA se sigue usando en muchos productos. Está presente en latas de alimentos y bebidas, ordenadores, y selladores dentales. «Esto significa que hay una amplia exposición constante a esta sustancia química en particular en los alimentos, y tal vez, también a través de la absorción por la piel y la inhalación de polvo». Gwynne Lyons, autor del informe y director de CHEM Trust, declaró, respecto a la prohibición de usar BPA en los biberones, que era es un paso muy positivo, pero no hacía nada para reducir la exposición de los fetos, que son especialmente vulnerables a los efectos de los productos químicos que interrumpen las hormonas.

Quizá esto explique por qué el cien por cien de las embarazadas en el tercer trimestre en España y el cien por cien de los niños de 4 años orinan todos los días Bisfenol A, además de otros 17 residuos TOXICOS, tal y como denunció Olea en el Congreso Internacional de Riesgos para la Salud Pública y el Medio Ambiente organizado por la Fundación Vivo Sano, la Organización para la Defensa de la Salud, la Red Europea de Científicos por la Responsabilidad Social y Ambiental y la Agencia Europea de Medio Ambiente.

Pero no sólo orinaron BPA. «El cien por cien de las mujeres y de los niños orinaron ftalatos y parabenes, y un 99,1 por ciento mearon benzofenonas, y todos ellos, junto con los bisfenoles, son disruptores endocrinos que mimetizan o suplantan las hormonas sexuales», explica a este semanario el catedrático, que añade que «el embarazo, la lactancia y la pubertad son las etapas más sensibles a la toxicidad de los químicos».

PRODUCTOS NO APTOS para MADRES

 TOXICOS antes de nacer Varios son los culpables. «En la cosmética –prosigue– no hay ftalatos ni bisfenoles, sino filtros ultravioletas y conservantes en los que se utilizan parabenes que hacen que si en vacaciones te dejas un champú, al año siguiente está en perfecto estado.

Gracias a esos parabenes se conservan, pero a cambio se expone al organismo a estas sustancias disruptoras endocrinas muy ligadas al incremento de casos de cáncer de mama». Pero lo más ilógico de todo, es que «en la cosmética barata se declara al consumidor cualitativamente la composición. En cambio, en la cara, de más de 40 euros, no tienen obligación de informar al consumidor de su composición. Sólo lo tienen que declarar a la UE, con la excusa de que podrían copiar su composición», denuncia Olea. Lo mejor, optar por productos que certifican que tienen 0% de ftalatos, 0% parabenes, 0% bisfenoles, como el producto de Sanex.

Respecto al «BPA, está presente en empastes dentales blancos y selladores para evitar las caries que les ponen a los niños, en ‘‘cristales’’ irrompibles que son plásticos realmente, coches, botellas de agua que hay en las oficinas de 25 litros... En definitiva, están presentes en muchos productos, ya que sólo en Europa se producen 1.120.000 toneladas de químicos», precisa Olea.

En cuanto «a los 35 tipos de ftalatos que hay –prosigue–, están en ablandadores de plásticos. De modo que, la mayor exposición a los ftalatos se da en los hospitales, y después están presentes en los plásticos de la calle, ya que estas sustancias dan flexibilidad a los polímeros». Y es que los ftalatos se utilizan habitualmente como plastificantes en productos empleados en la construcción y mobiliario, envases alimentarios, juguetes, cremas, esmaltes de uña, fragancias y material médico como las bolsas de sangre.

TOXICOS para los NIÑOS

TOXICOS antes de nacer Si bien, «se ha prohibido su empleo en mordedores y tetinas», precisa Olea. «Pero el resto de productos para niños –continúa–, pueden llevar ftalatos. En los carritos de bebé, por ejemplo, no se informa al comprador de si llevan.

Además, los bebés han sido contaminados a través de la placenta y también serán expuestos a estas sustancias químicas durante la lactancia si la madre lo está».

Los bisfenoles, los parabenes y los ftalatos son todos ellos disruptores endocrinos. Y ya se ha evidenciado la problemática de los ftalatos primero en roedores y después en niños. La investigadora Shanna Swan, de la Universidad de Rochester Medical School, sometió a roedores a una exposición de ftalatos, y cuál fue su sorpresa al detectar una disminución en la separación anogenital en los machos, cuando la forma de saber el sexo del roedor es porque en los machos esta distancia es mayor que en las hembras. Después, comparó los niveles de ftalatos en mujeres embarazadas con la salud de los varones que dieron a luz e identificó cambios en el desarrollo de los genitales de los varones. «Swan detectó que la distancia anogenital en los niños había disminuido, eso no es una enfermedad, pero es indicativo de que está sucediendo algo», precisa Olea. «Nosotros estamos trabajando en una hipótesis sobre lo que puede suceder durante la exposición intrauterina, ya que la exposición a químicos del feto macho en los primeros 30 días de embarazo se relaciona con un incremento de posibilidades de sufrir cáncer de testículo y tener un semen de mala calidad. Esto explicaría que cada vez sea más difícil quedarse en estado, ya que ante la mala calidad de semen y bajo volumen de espermatozoides el tiempo para lograr el embarazo se haya alargado», añade Olea.

ACUMULACIÓN y EFECTO CÓCTEL

El problema con los compuestos químicos peligrosos es que, aunque muchos se eliminan a las 72 horas, otros continuarán en nuestro organismo durante mucho tiempo.

«Hay exposiciones a concentraciones bajas, pero que duran siempre, toda la vida incluida la intrauterina», precisa Grimalt. Además no se suele estudiar la toxicidad de un efecto combinado de varios químicos. «En el reglamento Reach no se añadió el efecto combinado, que es la gran asignatura pendiente en UE y en EE. UU.», precisa el catedrático.

«Ni los bisfenoles ni los parabenes –prosigue– son acumulativos, en el caso de los ftalatos sí lo son ligeramente, el problema es que resultan seudopersistentes al recibir dosis diarias de ellos». En cambio, sí son acumulativos «los contaminantes orgánicos persistentes como las dioxinas y los PCB, de modo que su presencia en el cuerpo tiende a aumentar con la edad. Y es que el 95 por ciento de los contaminantes orgánicos persistentes en nuestro cuerpo provienen de la cadena alimentaria, como los PCB», explica el profesor Vyvyan Howard, del Centro de Biociencia Molecular de la Universidad de Ulster. Y el problema es que «no hay casi ningún estudio sobre sus efectos acumulativos», añade Van Vliet. En definitiva, vivimos rodeados de compuestos químicos desde antes de nacer, durante la lactancia y de adultos. Y todo ello sin ser conscientes de su potencial peligro.

ALTOS de TOXICOS PERSISTENTES

Mayor Estudio

«En el mayor estudio hecho hasta la fecha en España, con una muestra de 919 personas en Cataluña, detectamos que más del 58% tenía concentraciones altas de uno o más de los 19 compuestos TOXICOS persistentes (CTP) analizados; el 34% tenía niveles altos de tres o más TOXICOS. Entre las mujeres de 60 a 74 años, el 48% tenía concentraciones altas de seis o más compuestos y tan sólo el 4% tenía concentraciones bajas de todos los 19 CTP analizados», detalla su autor, Miquel Porta, catedrático de Salud Pública del Instituto Municipal de Investigación Médica y de la Universidad Autónoma de Barcelona. 

Más TOXICOS que en EE.UU.

«Algunos subgrupos de ciudadanos acumulan mezclas de CTP en concentraciones altas. De hecho, nuestros niveles de CTP son muy superiores a las que acumulan los ciudadanos de EE. UU.», añade.

EFECTO NOCIVO EN LA NATURALEZA

16 Especies afectadas

En los Grandes Lagos de Canadá se constataron perturbaciones hormonales en 16 especies de animales (peces, aves, nutrias, visones...). Se piensa que el culpable fue el DDT, prohibido.

Caracolas con pene

Investigadores de la Universidad de A Coruña detectaron en los años 90 que en las poblaciones de Nucella lapillus existían (ya no) casos de masculinización de las hembras, y que en el 94% de los casos, las hembras se habían quedado estériles. Y es que les había salido un pene microscópico por la tributiltina (TBT) utilizada para el tratamiento antialgas de los barcos, prohibido.

Bígaros estériles

Una investigación realizada en 1988 en Inglaterra demostró que los bígaros expuestos a un compuesto de TBT desarrollaban órganos sexuales masculinos y quedaban estériles.

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Falsos amigos de la alimentación infantil

Mensajes como “variedad de vitaminas y minerales” desvían la atención de los padres sobre la verdadera fórmula nutricional de determinados alimentos

El interés y la preocupación por dar la mejor alimentación a los hijos hace que muchos padres compren productos que los niños comen con facilidad, pero que no son los mejores ni para la educación de su gusto y apetito ni para su salud.

Entre la amplia gama de productos específicos dirigidos al público infantil es determinante conocer con detalle los ingredientes que los componen para elegir con seguridad los más sanos y no solo los más gustosos. Sin embargo, en ocasiones, esta información no es suficiente.

Un alimento puede no contener grasas trans, las más perjudiciales para la salud cardiovascular futura del niño, pero ser rico en grasas saturadas, cuyo exceso también perjudica. En otras ocasiones, mensajes atractivos referentes a la gran cantidad y variedad de vitaminas y minerales que aporta el producto desvía la atención de los padres sobre la verdadera fórmula nutricional del alimento, que puede contener demasiada azúcar, mucha grasa o más sal de la convenida para los niños.

Cereales de desayuno: no todos valen. Su valor nutritivo en esencia, saludable se desvirtúa cuando el resultado es un producto azucarado, demasiado salado o con grasas insanas como las saturadas y, peor aún, las grasas trans. Es fundamental leer con atención tanto la etiqueta nutricional como la lista de ingredientes, donde se aprecia la diferencia entre un cereal de desayuno sabroso y otro similar pero más saludable, sin tanto aditivo saborizante. Los cereales infantiles se promocionan como garantía de vitaminas (vitaminas B1, B2, B3, B6, folatos, B12, D) y minerales (hierro, calcio), nutrientes todos ellos de gran valor en el crecimiento y desarrollo físico y mental infantil. Este valor que resulta interesante desaparece cuando los cereales son demasiado azucarados (contienen fructosa, jarabe de glucosa, sacarosa o miel), si destaca la presencia de grasas (aceites vegetales) o el exceso de sal, además de aditivos saborizantes y colorantes. Entre los cereales azucarados, los chocolateados y con miel, los más consumidos por los niños, hay marcas que proporcionan una cantidad exagerada de azúcar añadido, hasta 40-50 gramos/100 gramos. Por eso, lo idóneo es acostumbrar a los niños a unos sabores más naturales, los que proporcionan los cereales sin azucarar (copos de maíz al natural, muesli, copos de avena, arroz inflado...).

Bollos, magdalenas, brioche: No hay hueco en la despensa para los productos de bollería y repostería que incluyan entre sus ingredientes "aceites y/o grasas vegetales parcialmente hidrogenados", aunque tengan apariencia de productos caseros. Siempre queda la posibilidad de preparar bizcochos caseros elaborados con aceite de oliva o de girasol, con frutos secos, harina integral y poca azúcar. La oferta de estos alimentos en la dieta infantil no debe ser diaria, ya que por muy casero que sea el producto no deja de tratarse de un dulce.

Yogures con trozos de frutas: la fruta no cuenta. La escasa ingesta de fruta que contienen estos productos no influye en el aporte de vitaminas, minerales y fibra. El porcentaje de fruta indicado en el etiquetado alude a la cantidad que añade el fabricante que, según marcas, de media representa entre 8,25 y 12,5 gramos de fruta por yogur. Una manzana mediana pesa unos 150 gramos, un par de mandarinas unos 100 gramos y un plátano alrededor de 80 gramos. Por tanto, el contenido en frutas es tan escaso que apenas tiene importancia nutricional.

Bebidas de leche y zumo: La publicidad asegura que aúnan los beneficios de la leche, en referencia a las proteínas y el calcio, y las vitaminas de la fruta. Hay padres y madres que los valoran como sustitutos de estos alimentos en desayunos, almuerzos o meriendas. Pero el aspecto nutricional de estas bebidas no equivale al de un vaso de leche y a una ración de frutas puesto que por envase no proporcionan una ración de dichos alimentos. La cantidad de leche es escasa (entre un 10 y un 30%, o lo que es lo mismo 33 ml o, como mucho, a 100 ml de leche, la mitad de un vaso). La cantidad de zumo es muy variable; del 7% (23 ml) al 41% (135 ml) por envase, según las marcas. La mayoría añaden azúcares, además de una larga lista de aditivos estabilizantes, colorantes, acidulantes y aromas. Además, la mezcla indefinida de sabores (muchos son multifrutas) no es una buena influencia para la educación del gusto por la fruta entre los niños, ya que no aprenden a identificar los sabores naturales de cada fruta.

Nuggets de pollo, delicias o varitas de pescado, san jacobos, croquetas, empanadillas, aros de calamar, pizza, hamburguesas, salchichas...: No hay justificación para que estos productos precocinados industriales tengan tanta presencia en los menús infantiles escolares y familiares. Algunas marcas son una mezcla sustanciosa de aditivos emulgentes, potenciadores del sabor, estabilizantes, aromatizantes y colorantes, que apenas deja hueco para el ingrediente principal; que apenas supone el 40%. Así, 100 gramos de algunos de estos productos tan solo contienen 40 gramos del ingrediente principal, el resto es rebozado y aditivos.

Palitos de pescado: Están elaborados con restos de músculo de una mezcla de distintos pescados frescos (abadejo, platija, corvina, morena de Japón, hoki, bacalao, caballa y merluza, entre otros), pero son productos con un conglomerado de aditivos (polifosfatos, potenciadores de sabor, conservantes, saborizantes y colorantes) y menos proteínas y más sal que el pescado fresco. Poco de natural tiene el producto final. No es correcto ni bueno ofrecer a los niños palitos de pescado como sustituto de una ración de pescado o de frutos del mar.

Charcutería: embutidos y fiambres. De consumo demasiado frecuente en la alimentación infantil, las salchichas, mortadelas, chóped y patés de hígado de cerdo, llevan casi los mismos ingredientes, pero listados en diferente orden. Los ingredientes más comunes son: carne de cerdo, agua, fécula de patata, proteína de leche, hígado de cerdo, sal, proteína de soja o leche, dextrosa, especias, aromas, estabilizadores, antioxidante, azúcar, conservadores y colorante. Son productos de baja calidad nutricional y con un sabor simulado que acostumbra al paladar del niño a sabores artificiales muy pronunciados, con el riesgo de que no aprecie como bueno el gusto de las carnes o derivados cárnicos más naturales.

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Salud ambiental infantil

El colectivo infantil es un sector especialmente vulnerable a los efectos ambientales. El organismo de un niño todavía se encuentra en fase de desarrollo y sus sistemas tanto fisiológicos como metabólicos

Fuente: ECOticias (03/05/2012)

Entendemos por medio ambiente el conjunto de condiciones físicas, químicas, biológicas, sociales, culturales y económicas con las que interactúan los seres humanos. Dadas las elevadas cifras de contaminación existentes hoy en las grandes ciudades, así como el cambio climático global en el que nos encontramos inmersos, en las últimas décadas ha aumentado considerablemente la cantidad de información referente a las distintas formas en las que el medio ambiente puede influir sobre la salud de la población. En este sentido,la salud ambiental INFANTIL, hace referencia al estudio del impacto de las sustancias contaminantes que se encuentran en el medio ambiente y que inciden directa o indirectamente, sobre la salud de los niños.

El colectivo INFANTIL es un sector especialmente vulnerable a los efectos ambientales. El organismo del grupo INFANTIL todavía se encuentra en fase de desarrollo y sus sistemas tanto fisiológicos como metabólicos, son extremadamente sensibles a todos los contaminantes presentes en la vida, tanto en el agua, como en el aire o en los propios alimentos. Este tipo de riesgo ambiental al colectivo INFANTIL, aparece en una fase tan temprana como es la formación del feto, en el interior de la madre.

Un niño en su rutina diaria, desde que se levanta para ir a la escuela hasta que se acuesta al terminar sus tareas, está expuesto a cientos de amenazas ambientales de las cuales, paradójicamente, somos nosotros los seres humanos, los principales causantes. Así por ejemplo, mientras el niño espera en la parada a su autobús escolar, al circular con nuestros vehículos cerca de él, estamos provocando que inhale directamente el humo que expulsan los tubos de escape. Otra situación bastante común es cuando le damos una fruta que no ha sido certificada en cuanto a su cultivo ecológico, el niño correrá el riesgo de ingerir una serie de pesticidas y otras sustancias potencialmente tóxicas, que no son buenas para su organismo. Otro de los focos de peligro radica en los productos de limpieza, los cuales están compuestos por cientos de componentes químicos altamente nocivos para la salud.

Como vemos, las distintas situaciones de peligro en la salud ambiental INFANTIL, se repiten constantemente. Y es que el sistema tecnológico y capitalista en el que vivimos, no nos lo pone muy fácil para evitarlas. Aún y así, sí que es posible es reducir los riesgos teniendo en cuenta algunos conceptos y sobre todo, siendo muy conscientes de que están ahí.

Para explicar el impacto del medio ambiente en la salud del grupo INFANTIL, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó en 2004 el primer “Atlas sobre salud INFANTIL y medio ambiente”. La obra expone un conjunto de datos sobre los efectos de los riesgos ambientales en la salud de los niños que, observados globalmente, ofrecen una imagen muy clarificadora de los peligros que afrontamos todos, niños y adultos, así como las razones por las cuales cada año mueren más de tres millones de menores de cinco años, en todo el mundo.

En 2009 la misma Organización, desarrolló otra investigación al respecto y entre sus conclusiones publicó que aproximadamente un tercio de los nueve millones de defunciones del colectivo INFANTIL en menores de cinco años que se producen cada año, se debe a causas y enfermedades relacionadas con el medio ambiente. Los factores de riesgo ambiental suelen estar relacionados con condiciones económicas y sociales adversas, tales como los conflictos armados, la pobreza y la malnutrición.

Está claro que para hablar de salud ambiental INFANTIL, un factor determinante de la misma es el lugar en el que nacemos- vivimos, así como el acceso a los recursos económicos con los que cuenta nuestra familia. En este sentido, la OMS distingue entre riesgos tradicionales, los directamente relacionados con la pobreza y el desarrollo insuficiente; y los riesgos modernos, aquellos que se dan en las poblaciones económica y tecnológicamente más desarrolladas:

1. Riesgos tradicionales:

- Falta de acceso al agua potable; - Eliminación inadecuada de excretas y de basuras; - Insalubridad en la vivienda y en la comunidad; - Contaminación del aire en el hogar por polvo, hongos y por el uso de carbón u otros combustibles biológicos para cocinar o calentar el ambiente; - Contaminación de los alimentos con agentes patógenos; - Contaminación del agua de consumo por aguas servidas; - Desastres naturales, incluyendo sequías, inundaciones y terremotos; - Contaminación de la vivienda por el plomo en las cerámicas y pinturas; - Accidentes y enfermedades ocupacionales en la agricultura, en la industria y en el sector informal de trabajo.

2. Riesgos modernos peligros al colectivo INFANTIL : - Acumulación de residuos sólidos peligrosos; - Contaminación urbana del aire por emisiones de industrias y vehículos; - Contaminación de recursos hídricos por las industrias, la agricultura y los desagües de centros urbanos; - Uso indebido de sustancias químicas o radioactivas vinculadas a nuevas tecnologías para la agricultura y la industria; - Accidentes de tráfico; - Enfermedades infecciosas emergentes o reemergentes; - Cambios climáticos y atmosféricos,  y el efecto invernadero; - Violencia y efectos psicosociales del medio ambiente urbano; - Tabaquismo y drogadicción.

Una particularidad de los denominados riesgos modernos, es que normalmente manifiestan sus efectos nocivos tras un largo periodo desde el momento de la exposición. Por ejemplo, algunas sustancias presentes en los plaguicidas pueden causar cáncer, pero éstas no dejan ver sus síntomas hasta pasados varios años, y aun así, pueden pasar décadas hasta que aparezca, si aparece, un tumor de tamaño apreciable. Endefinitiva gran peligro al colectivo INFANTIL

Entre los riesgos modernos,para el colectivo INFANTIL, debemos prestar especial atención a:

- Los plaguicidas. Los niños absorben proporcionalmente mayores cantidades de ese tipo de sustancias debido a la mayor ingesta de frutas y vegetales contaminados relativos a su peso corporal. Los disruptores endocrinos que se pueden encontrar en los pesticidas y en los productos sintéticos entre otros, afectan al equilibrio hormonal por lo que las manifestaciones pueden no aparecer hasta la madurez del individuo. Los niños, además, pueden manifestar reacciones alérgicas a sustancias químicas tóxicas, así como hiperactividad como consecuencia de colorantes u otras sustancias añadidas a los alimentos.

- Los hogares donde la preparación de alimentos se hace utilizando combustibles biológicos tienen para los pequeños el riesgo adicional de la contaminación del aire interior.

- El aumento MUNDO INFANTIL del número de niños que presentan problemas respiratorios, asmas y alergias es debido principalmente a la contaminación del ambiente. Según un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Universidad del Sur de California, contaminación y padres estresados aumentan significativamente el riesgo de asma INFANTIL. Y es que la contaminación atmosférica puede promover respuestas inflamatorias en las vías respiratorias del pulmón.

- Los compuestos organoclorados, cuya principal vía de ingestión es la dieta, el aire y el agua de consumo, se asocian al crecimiento y el desarrollo motor y al posterior desarrollo cognitivo.

- La mayoría de compuestos químicos provoca problemas cutáneos y conjuntivitis oculares si no se protegen frente a su exposición. La contaminación atmosférica también produce reacciones muy graves en la piel, entre las que se pueden diferenciar la dermatitis irritante, la dermatitis alérgica por contacto y la dermatitis fotosensible. Asimismo, la reducción de la capa de ozono sobre el Ártico, en el hemisferio norte, facilita que llegue a la superficie de la tierra una mayor cantidad de radiación ultravioleta, aumentando la incidencia del cáncer de piel.

- Otro peligro ambiental es el plomo, cuyas partículas, cuando están suspendidas en el aire, pueden ser absorbidas en la sangre y aun en concentraciones relativamente bajas suelen tener un efecto negativo en el desarrollo mental de los niños y en su crecimiento. Los países industrializados han disminuido drásticamente o eliminado el consumo de gasolina con plomo, lo que se ha reflejado claramente en los niveles de plomo en la sangre de la población en general. Muchos países en desarrollo, por el contrario, todavía continúan usando gasolina con este aditivo.

- Los accidentes -especialmente vehiculares- asumen cada vez mayor importancia como problema de salud pública, en tanto que la violencia en general se ha convertido en una causa cada vez más significativa de morbilidad y mortalidad.

El cambio está en nuestras manos

Las condiciones mínimas requeridas para que exista un medio ambiente saludable, son tres: contar con un aire limpio, tener acceso al agua potable en cantidades suficientes y convivir en un ecosistema global adecuado para los seres humanos.

En general las ciudades que cuentan con una especial intensidad de tráfico de vehículos, están densamente urbanizadas y poseen industrias en sus inmediaciones, son las que presentan unos niveles más altos de contaminantes para la salud. Para paliar dichos efectos, ya estamos en condiciones mínimas para dirigirnos hacia la eficiencia energética, así como disminuir el consumo de combustibles fósiles y aumentar el uso de energías renovables.

A su vez es importante conocer los alimentos que consumimos, leer su composición y evitar los productos químicos que se usan para el desarrollo y la conservación de los mismos.

Para alcanzar este objetivo es necesario que no dejemos toda la responsabilidad a las instancias decisorias a nivel internacional, regional y nacional, también es importante que las organizaciones no gubernamentales, las comunidades y las familias tomen conciencia de los principales riesgos ambientales, se aúnen esfuerzos para evitarlos y se pongan en marcha nuevas medidas preventivas. Pero nada de esto funcionará si no empezamos por nosotros mismos, es decir, tomando conciencia individual de la importancia del cambio. Debemos servir como ejemplo al sector infantil de cómo protegernos, evitar y enfrentarnos a los riesgos ambientales con los que convivimos a diario, así como disminuir su presencia en nuestro entorno, siempre y cuando esté dentro de nuestras posibilidades.

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Encuentran restos de insecticidas en delfines de Brasil

Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han dirigido una investigación que ha encontrado restos de insecticidas en delfines de Brasil. Hasta ahora, los investigadores pensaban que los mamíferos degradaban y expulsaban estos compuestos en su totalidad.

Fuente: ambientum (18/7/2012)

Las mayores concentraciones se han localizado en las crías, no preparadas para metabolizar estos compuestos. El estudio aparece en el último número de la revista Environment International.

En el trabajo, dirigido por la investigadora del CSIC Ethel Eljarrat, del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA), se han analizado muestras extraídas de 23 delfines hallados muertos varados en playas brasileñas o atrapados en redes de pesca.

“Estos contaminantes encontrados en los delfines son insecticidas piretroides, es decir, los de uso común en los hogares y en los campos agrícolas. Hasta ahora se pensaba que estos compuestos se degradan en el organismo y se expulsan”, detalla el investigador del CSIC y director de la investigación, Damià Barceló.

Diferencias entre las crías y los ejemplares adultos

Los resultados muestran concentraciones de piretroides en los delfines adultos de 7,04 nanogramos por gramo de grasa en adultos y 68,4 nanogramos por gramo de grasa en las crías. Los investigadores destacan la gran diferencia en las concentraciones de contaminantes entre los adultos y las crías. Según señalas los investigadores, “las crías han recibido los contaminantes por transmisión materna”.

Para confirmar la transmisión de la madre a la cría, se analizaron muestras de leche materna y de placentas de delfín. Los análisis mostraron que en la leche materna había entre 2 y 4,7 nanogramos de piretroides por gramo de grasa en la leche materna.

Además, algo que refuerza la hipótesis, es que se han encontrado entre 331 y 1.812 nanogramos por gramo de grasa en las placentas.

En general, los piretroides se metabolizan y degradan, pero ahora queda claro que no se eliminan completamente, por lo que una parte que se acumula en el organismo”, explica Eljarrat.

La investigadora del CSIC añade: “El uso constante de piretroides en la agricultura y en los hogares, y su dispersión en el entorno, hace que las concentraciones en el mar, por mínimas que sean, acaben llegando a los peces y a los delfines. Además, creemos que los delfines no están preparados para metabolizar esos compuestos cuando son crías, sino que su organismo empieza a degradarlos y expulsarlos cuando se convierten en ejemplares adultos”.

El uso de los piretroides

Los piretroides son insecticidas de uso común, presentes en productos como los dispositivos anti mosquitos, las fórmulas anti piojos o algunos insecticidas de uso hortícola. También se usan a mayor escala en algunos países, como Brasil, para el control de la malaria y el dengue.

Los piretroides se degradan al ser expuestos a la luz solar, y en el medio ambiente acaban por desaparecer por degradación.

Para localizar los delfines se ha contado con la colaboración de tres universidades de Brasil y la ONG Projecto BioPesca.

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26 nov 2012

El agua tiene memoria y estado de ánimo

El agua tiene memoria y refleja el entorno donde ha sido recogida como si se tratara de un estado de ánimo, sostiene el investigador japonés Masaru Emoto, que ha presentado en Madrid el resultado de su trabajo de más de 30 años sobre la cristalización de ese elemento.

De las muestras de agua de diversas procedencias que ha recogido, analizado y fotografiado en estado de congelación, Emoto concluye que el grado de pureza incide directamente en la armonía de su cristalización.

En la composición química refleja como un "estado de ánimo" insistió el experto japonés, que disertó en la sala de conferencias de National Geographic en la capital española, adonde ha llegado invitado por una embotelladora de agua nacional.

FUENTE | EFE verde (04/07/2012)

Su libro Mensajes del Agua, recoge las fotografías de los distintos tipos de agua y sus cristales, según su origen: manantiales, ríos, parques, estanques o aguas contaminadas. El equilibrio y belleza de las estructuras que fotografía es proporcional a la pureza del origen del agua. "La información está allí, solo hay que saber leerla", dijo.

Su propósito, recordó, es distribuir en todo el mundo la versión infantil de su trabajo porque serán los niños los que mejor entiendan la necesidad de preservar AGUA como fuente de vida. Como un "abuelo ordinario" ha entendido que el mejor legado a las próximas generaciones es un planeta saludable y el nuestro, subrayó, es 70 por ciento agua.

REFLEJO DE LAS VIBRACIONES QUE RECIBE

Según sus investigaciones, AGUA es un reflejo de las vibraciones que recibe, por la capacidad que tiene ese movimiento, que él define como HADO, se modifica la estructura subatómica, la "esencia" de las cosas.

El ser humano, añadió, con una proporción similar de agua en el cuerpo, sufre las mismas modificaciones en su organismo y expuesto a malas vibraciones, enferma.

AGUA es un regalo de la naturaleza y su esencia es la esencia de la vida, "si la desatendemos, lo arriesgamos todos", añadió Masaru Emoto, que encabeza su particular lucha por la Paz en el Mundo.

BEBER AGUA DE MANANTIAL

El hombre es AGUA que bebe, sentenció el autor japonés, que promueve el consumo de agua de manantial y de fuentes libres, en movimiento.

El agua, agregó, también se puede "reeducar" y con energía positiva, la exposición a buena música, palabras agradables, entornos amistosos, "todas buenas vibraciones", recupera su pureza de origen. Masaru Emoto participa en la campaña Quédate con lo bueno' de una embotelladora de agua que se surte del manantial de Ortigosa del Monte, en la sierra del Guadarrama.

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¡ Beba refrescante agua radiactiva !

El radio es un elemento químico de la tabla periódica. Un elemento que relumbra con un brillo verde translúcido. Es extremadamente radiactivo, un millón de veces más que el uranio. Es luminiscente. Y también fue bastante habitual hace unos años, cuando empezó a aparecer en productos de consumo de todo el mundo. Incluso se puso de moda beber, como tónico para la salud, agua con infusión de radio, que se obtenía de unas vasijas con baño de radio que recibían el nombre de Revigators..

Fuente: xatakaciencia (20 de septiembre de 2012)

Tal y como explica Sam Kean en su libro La cuchara menguante:

Para usarla, se llenaba el depósito con agua, que se tornaba radiactiva tras reposar durante una noche. Las instrucciones sugerían beber cada día seis o más vasos de esta refrescante bebida.

El invento fue patentado en 1912 por RW Thomas, un inválido en California. Vendió miles de ellos durante las décadas de 1920 y 1930, y cada unidad costaba 29,50 dólares de la época. Presuntamente, podría prevenir enfermedades como la artritis, la flatulencia y la senilidad. Pero lo más probable es que una proporción importante de los usuarios de Revigator desarrollase a medio y largo plazo enfermedades cancerígenas, sobre todo por las trazas de de otras sustancias tóxicas, como plomo y arsénico, que también se han hallado en los análisis modernos de tales jarras.

La fiebre radiactiva también hizo proliferar otros productos como pasta de dientes, chocolate y hasta supositorios.

Una compañía competidora de Revigator, Radithor, incluso se atrevió a vender botellines individuales de agua previamente expuesta a una fuente de radio y torio. Un exceso de estos botellines fue lo que mató a Eben Byers, un famoso millonario del acero de los ferrocarriles, aficionado al deporte y campeón de EEUU de golf amateur. Su muerte causó sensación, y también impulsó a la Asociación Médica Americana a prohibir cualquier tipo de radiación salvo aquellas prescritas por un facultativo.

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