28 sept 2010

La ingesta de arándanos y fresas previene el deterioro cerebral en el envejecimiento


Una investigación de varios organismos estadounidenses, presentada en el último Encuentro Nacional de la Sociedad Química Americana, revela que ayudan al cerebro a eliminar las sustancias tóxicas que se acumulan de forma natural y están asociadas a patologías como la pérdida de memoria en la edad madura.

Según explica el investigador Shibu Poulose, estudios anteriores habían sugerido que uno de los factores implicados en el envejecimiento es la pérdida del organismo de su capacidad de eliminación de los residuos tóxicos.

Sin embargo, ahora han demostrado que las células encargadas de esa limpieza, las microglías, dejan de ser efectivas con el paso de tiempo, por lo que los restos bioquímicos se acumulan en el cerebro y obstaculizan las funciones cerebrales.

Para llegar a estas conclusiones, analizaron las células cerebrales de ratones y comprobaron cómo el extracto de baya inhibía la acción de una proteína que frena el proceso de limpieza o autofagia. El científico asegura que los polifenoles presentes en las bayas reactivan la función normal de limpieza en el cerebro. "Tienen un efecto rescate", afirma Poulose.

Además, explica que no sólo las bayas los contienen, sino que están también presentes en algunos frutos secos, verduras y frutas. Destaca que los alimentos rojos, naranjas y azules son unos buenos antioxidantes porque contienen antocianinas, un tipo de pigmento que favorece esta función.


27 sept 2010

Maduración de la carne para ganar jugosidad

El proceso de maduración permite que los músculos del animal sacrificado se conviertan en carne apta para el consumo

Si tras el sacrificio del animal la carne destinada al consumo no se deja reposar, el resultado es un producto duro y fibroso. Para que este alimento sea agradable al paladar, debe pasar un tiempo desde el sacrificio hasta el consumo. Este periodo varía en función de la carne: unas horas para la de pollo y algunos días para la de vacuno u ovino. Así se obtiene un producto con un aspecto, sabor y dureza óptimos para el consumo.

Fuente: consumer (25 de agosto de 2010)
Por MARTA CHAVARRÍAS

La carne está formada, en gran parte, de músculo. Para que éste pueda consumirse, es necesario que tras el sacrificio del animal la canal se someta a un proceso de maduración. En el momento de la muerte, se interrumpe la circulación de la sangre en los músculos y se agotan las reservas de energía de las fibras musculares, un aspecto que provoca que éstas se endurezcan y sean más fibrosas. En estas condiciones, el consumo de la carne no es apropiado, sino que deben transcurrir de dos a tres días para que se reblandezca. Este proceso de maduración, que puede alargarse en función de la jugosidad que se desee, se realiza en la mayoría de los casos con la canal colgada a una temperatura de refrigeración que frene la formación y propagación de bacterias, a la vez que permita la circulación de aire entre las distintas piezas colocadas del mismo modo.

Suavizar la carne

La suavidad y jugosidad cárnicas, dos de los aspectos más valorados por el consumidor, junto con el color y el sabor, dependen de numerosos factores. Uno de ellos es la procedencia del músculo y su función fisiológica, además de la raza y edad del animal y del tratamiento que ha recibido. Si la carne se consume inmediatamente después del sacrificio, en lugar de dejarla reposar unos días, el grado de dureza es siempre superior. Los cambios bioquímicos en el músculo tras la muerte del animal se traducen en las características futuras de la carne en cuanto a color, suavidad, sabor o aroma. Estos cambios se registran durante la maduración de la carne.

El nivel de pH de la carne es un indicador de calidad y jugosidad

La conversión de músculo a carne pasa por dos fases distintas. La primera corresponde al denominado "rigor mortis", cuando el músculo llega a su punto máximo de dureza. En la segunda fase, conocida como "post-mortem", se registra un ablandamiento progresivo de la carne. Durante el almacenamiento, uno de los cambios más importantes es el aumento de ácido láctico en el músculo, un aspecto que se traduce en un descenso del pH.

Una carne está en el momento más oportuno de consumo cuando el valor de su pH ronda 5,5 (se llega a él transcurridas unas 24 horas después del sacrificio). Lejos de esta cifra se considera que la calidad de la carne no es la deseada o que pueden detectarse problemas.

El estado de la carne pasa por tres fases distintas: cuando los músculos están vivos son firmes, durante la fase "rigor mortis" son muy firmes y rígidos y, por último, en el proceso de maduración pierden consistencia y se reblandecen. Si el proceso de maduración no se desarrolla de forma adecuada, los problemas asociados son:

Carne fibrosa y pálida. Es el resultado de una mala aplicación de la temperatura, en este caso, por someter la pieza a una temperatura superior a la adecuada, lo que provoca un aumento del pH.

Carne dura, oscura y seca. Es el resultado de varios factores, entre ellos, el estrés animal.

Alargar la etapa de maduración por encima del tiempo deseado se traduce en una alteración microbiana y de las características organolépticas de la carne.

Grados de calidad cárnica

Los grados de calidad de la carne se determinan, sobre todo, por la madurez de la canal y la cantidad de grasa. Pero hay otros factores relacionados, como la edad del animal (cuanto más joven, la carne será más suave), el ejercicio que haya realizado y la alimentación que haya recibido. Estos aspectos, que forman parte del denominado bienestar animal, reciben durante este año 2010 la atención de los responsables europeos en esta materia, que prevén aprobar una nueva estrategia de cinco años sobre el bienestar para 2011-2015. La importancia de medidas como ésta ha ido en aumento en los últimos años desde que se asociara el concepto de "bienestar" con el de "calidad".

PRINCIPALES ALTERACIONES DE LA CARNE

Carne seca, en ocasiones, con mal olor. Facilidad de contaminarse. Se detecta unas 24 horas después del sacrificio en el matadero. Los motivos pueden ser la alimentación del animal o el estrés previo al sacrificio.

Petequias. Pequeñas hemorragias en la carne, en forma de puntitos más oscuros. Además del estrés, en el desarrollo de esta alteración también puede estar implicada la edad del animal en el momento del sacrificio (se detecta en especial en ejemplares más jóvenes). Es más común en determinadas piezas, como el cuello o el lomo.

Oscurecimiento. Empieza por los bordes a consecuencia del contacto con el aire, que provoca la oxidación del pigmento responsable del color de la carne, la mioglobina. Prevenirlo pasa por la venta rápida, conservar la canal entera en lugar de piezas pequeñas y mantener una temperatura de 2ºC.

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25 sept 2010

Cultivos espaciales

Una nueva investigación sobre el proceso de germinación de las plantas en el espacio podría sentar las bases para obtener alimentos fuera de la Tierra

El ser humano es un gran viajero y, como tal, la Tierra se le ha quedado pequeña. En su afán incansable de conocer nuevos mundos, se acerca al espacio para buscar planetas cada vez más lejanos. En estos viajes se planifica todo al detalle, incluida la alimentación de los astronautas. Estas incursiones, cada vez más largas, precisan un aprovisionamiento de las naves con gran cantidad de alimentos, de ahí la necesidad de desarrollar programas que contemplen su obtención, en este caso de origen vegetal, en el espacio.

Fuente: consumer (19 de agosto de 2010)
Por MARTA CHAVARRÍAS

Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad Curie, en Francia, se ha propuesto estudiar los mecanismos de crecimiento de las plantas en la Estación Espacial Internacional (ISS). Los responsables de este experimento, denominado Genera A, han embarcado ocho contenedores de semillas de "Arabidopsis thaliana", una planta modelo de estudios científicos, en el transbordador espacial Atlantis.

Una vez allí, las plantas se han congelado en una cámara a 80ºC bajo cero, a la espera de realizar el experimento de germinación. Este proceso se desarrollará en 12 días, durante los cuales se analizarán las plántulas a través de técnicas de alta precisión que cuantificarán sus proteínas. Los resultados se compararán con las proteínas de plantas germinadas en la Tierra. De esta manera, se conocerán los mecanismos moleculares de crecimiento de una planta en unas condiciones tan extremas como las del espacio, a la vez que se profundiza en el conocimiento de procesos de regulación del desarrollo vegetal. Una vez transcurridos los primeros 12 días de germinación, periodo clave de crecimiento que aportará la diferenciación de las proteínas sintetizadas en ausencia de gravedad, las plántulas se congelarán de nuevo hasta que uno de los transbordadores espaciales las traiga de vuelta a nuestro planeta.

El poder de una planta

"Arabidopsis thaliana" es una planta herbácea procedente de Europa que utiliza la comunidad científica en estudios biológicos. Fue la primera planta cuyo genoma se secuenció por completo en el año 2000, en un ambicioso proyecto denominado AGI (Iniciativa para el Genoma de Arabidopsis). Estos proyectos, que nacen como apoyo a los cada vez más largos viajes espaciales y prolongadas estancias, podrían en un futuro no muy lejano utilizarse como fuente de recursos extraplanetarios para cubrir las necesidades alimenticias de una población cada día más numerosa.

¿Alimentos en el espacio?

El reto de los largos viajes espaciales, además del avituallamiento, es gestionar los residuos

Este experimento no es el único en marcha que pretende obtener alimentos en el espacio. Además de la necesidad de avituallamiento en los largos viajes espaciales, durante el transcurso de los mismos también se generan muchos residuos que suponen un problema de gestión y almacenamiento. La solución la plantearon en los años ochenta un grupo de científicos al lanzar la idea de la creación de un sistema autosuficiente capaz de generar alimentos y oxígeno mediante la reutilización de desechos.

Años más tarde, esta iniciativa se concretó en Melissa (Micro-Ecological Life Support System Alternative), un ambicioso proyecto europeo de soporte a la vida en el espacio. Según sus responsables, el objetivo final es demostrar que tanto los residuos orgánicos como el CO2 generados por los astronautas pueden regenerarse y convertirse en alimentos, agua y O2. Esto permitiría crear ecosistemas artificiales fuera del planeta, capaces de sustentar vida terrestre.

Aunque los detalles técnicos pueden resultar muy complicados, la base teórica es tan sencilla como recrear de forma artificial el ecosistema de un lago: agua con organismos fotosintéticos que reciben CO2 y luz solar artificial mediante la producción de O2 y alimento. En la planta piloto situada en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), cuatro biorreactores simulan las diferentes etapas del proceso. Una quinta cámara donde crecen las plantas superiores (lechugas) que servirán de alimento completa los compartimentos que serán un único sistema comunicado cuando el ecosistema artificial funcione a pleno rendimiento. La tripulación, un grupo de ratas, simulan las necesidades de un ser humano.

El efecto de la gravedad sobre las plantas

Parece lógico ver crecer los tallos de las plantas "hacia arriba", mientras que sus raíces se desarrollan "hacia abajo". Este efecto, sin embargo, tiene que ver con la fuerza de la gravedad y una especie de sensores gravitacionales de la planta. A su vez, es uno de los muchos impedimentos que tendrán que salvarse para intentar cultivar plantas en el espacio exterior. La fuerza de la gravedad actúa como regulador de la dirección de crecimiento de raíces y tallos, algo necesario si se tiene en cuenta el papel de cada una de estas partes de la planta.

¿Que pasaría si se hiciera germinar una semilla vegetal colocada al revés en el suelo, es decir, con la parte germinal del tallo hacia abajo y la de la raíz hacia arriba? La raíz giraría hacia abajo y el tallo hacia arriba y recuperaría su desarrollo original. El porqué la planta rectifica su orientación está relacionado con ciertas fitohormonas del crecimiento, de tal manera que éstas se acumulan en determinados sitios y hacen crecer o no determinadas zonas y girar el tallo y la raíz. Se habla de que el tallo tiene geotropismo negativo (crece en contra de la tierra) y la raíz principal, geotropismo positivo (crece hacia el centro de la tierra). Todo un desafío que se deberá superar en el caso de los cultivos agravitacionales o de microgravedad.

LA DIETA DE LOS ASTRONAUTAS

Hasta que los científicos sean capaces de obtenerlos del espacio, los astronautas deben consumir los alimentos que transportan desde la Tierra. Esta comida está limitada por varios factores y uno de ellos es su peso: los alimentos deben ser lo más ligeros posible y tienen que cubrir las necesidades de una tripulación, en ocasiones, durante varios meses. Otro factor es su higienización y estabilidad, por lo que es habitual el consumo de productos liofilizados, esterilizados o deshidratados, aunque también se utilizan productos congelados y, en menor medida, naturales.

Las necesidades nutricionales de la tripulación se calculan al detalle sin olvidar que la ausencia de gravedad disparará sus requerimientos de calcio a consecuencia de una paulatina debilitación de sus huesos. El agua merece especial atención. A pesar de que puede trasladarse desde la Tierra, esta opción es poco operativa dada la cantidad necesaria y su peso. También puede obtenerse por combustión de hidrocarburos o recuperarse del ambiente (sudor, respiración...), como es el caso de la ISS, para después utilizarla en labores de limpieza o purificada para su consumo.

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21 sept 2010

Un nutritivo alimento de patata los ñoquis

Elaborados con este tubérculo, comparten sus cualidades nutritivas aunque también es posible cocinarlos con queso o con sémola

Los ñoquis son una masa elaborada a partir de patata. Éste es el ingrediente principal, aunque también se cocinan con ricota, un tipo de queso, o con sémola. Si se prefiere, se pueden añadir otros ingredientes, como las verduras, pero siempre se preparan en forma de bolas pequeñas. Así es posible comerlos como plato único, solos, o con salsa. De ambas formas resultan muy apetitosos.

Fuente: consumer ( 16 de agosto de 2010)

¿Cómo se preparan?

El consumo de ñoquis en la dieta es más discreto que el de la pasta o el arroz. No obstante, cada vez más, forman parte del menú y es posible consumirlos en un restaurante. Al estar elaborados con patata, comparten sus cualidades nutritivas, es decir, un alto contenido en hidratos de carbono complejos y una baja cantidad de grasa.

Destacan por un alto contenido en hidratos de carbono complejos y una baja cantidad de grasa

Su elaboración en el hogar es sencilla. La masa de los ñoquis se cuece con mantequilla u otro tipo de grasa, a la que se agregan diferentes alimentos. Se pueden rellenar con carne, verduras o quesos, de modo similar a los raviolis. Si se prefiere, los ñoquis se consumen con una salsa de tomate condimentada con pimienta, romero y otras hierbas aromáticas. Antes de servirlos, se espolvorean con queso parmesano rallado.

El valor calórico de los platos elaborados con ñoquis depende de la salsa con la que se ingieran, por lo que conviene elegir de forma adecuada entre las diferentes opciones: salsa boloñesa, de ciruelas o de champiñones.

Con salsa boloñesa, champiñones o espinacas

Los ñoquis se pueden preparar de diferentes maneras. La más habitual es con salsa boloñesa. Esta sencilla receta requiere colocar en una sartén al fuego salsa de tomate con tomates picados en brunoise, que se agregan a continuación. Cuando empiecen a asarse, se añade la carne y se mezcla todo hasta que cueza.

Los ñoquis se cocinan en abundante agua en ebullición, con sal suficiente para dar sabor

Antes de que la salsa boloñesa esté cocinada, se comienzan a verter los ñoquis en abundante agua en ebullición, que debe tener sal suficiente para dar sabor. Una prueba de que están listos para su consumo es el hecho de que suben a la superficie del agua, es decir, comienzan a flotar.

Cuando están cocidos, se escurren, se vierten en un plato y se agrega la salsa boloñesa. Otras posibles recetas que se pueden preparar son los ñoquis de sémola con crema de nata, bacon y champiñones o los ñoquis de espinacas.

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17 sept 2010

Rellenar alimentos con seguridad

Esta práctica culinaria, donde la mezcla de ingredientes es la protagonista, no siempre recibe la atención suficiente en cuanto a higiene y manipulación

Los rellenos son una mezcla de alimentos, tanto crudos como cocinados y cortados a trozos pequeños, que se utilizan para acompañar el interior de otro producto. La gran diversidad de opciones culinarias para elaborar estas preparaciones, en las que tienen cabida numerosos ingredientes, favorece que sea un excelente medio para el crecimiento bacteriano. Por este motivo es importante, además de manipularlo con seguridad, no olvidar que precisa condiciones muy concretas como someter el interior del relleno a una temperatura mínima de 75ºC.

Fuente: consumer (11 de agosto de 2010)
Por MARTA CHAVARRÍAS

El sabor de platos elaborados con alimentos como carne, pescado, pasta o verduras puede potenciarse de distintas maneras. Desde las guarniciones, a los fondos y desde las salsas hasta los rellenos. De los tradicionales a los más sofisticados y exóticos, las posibilidades de rellenar un alimento son numerosas. A pesar de que estas preparaciones se consideran secundarias y el alimento que se rellena como el elemento principal, en la mayoría de los casos adquieren mayor importancia por su gran aportación al plato final. La elaboración de esta modalidad culinaria tiene más riesgo que si se prescinde de ella porque hay más de un ingrediente. De ahí la necesidad de aumentar la vigilancia y adoptar las medidas de higiene y manipulación más adecuadas.

Medidas de seguridad

Las bacterias patógenas pueden sobrevivir en el interior del relleno si éste no se somete a temperaturas superiores a los 75ºC. y para que la cocción de un relleno para aves, por ejemplo, sea segura y uniforme, antes es aconsejable cocinarlo aparte en una cazuela. Si se introduce de forma directa en el alimento principal, es importante hacerlo justo en el momento de la cocción. Sea cual sea la opción, debe evitarse mezclar los alimentos mucho tiempo antes de la preparación. Algunas pautas básicas de esta manipulación son:

• No rellenar en exceso.
• Someter a una temperatura de cocción general superior a los 160ºC.
• Refrigerar el alimento relleno en el plazo de las dos horas tras la cocción si no se han consumido.
• No refrigerar el relleno crudo. Si se prepara con antelación, se puede congelar.
• No consumir después de los tres o cuatro días de su preparación.
• Tras la congelación, se puede cocinar de forma directa sin necesidad de descongelarlo antes.
• Precocinar los alimentos crudos del relleno como carne picada o crustáceos para reducir el riesgo de toxiinfecciones alimentarias.
• Debe tenerse especial atención con los microondas, ya que no cocinan de manera uniforme y pueden dejar "puntos fríos".
• Las bacterias crecen sobre todo a temperaturas de entre 4ºC y 60ºC, por tanto, si no se consume de forma inmediata, es recomendable cortarlo a porciones más pequeñas y refrigerarlas.

Uno de los principales riesgos de cocinar los rellenos elaborados con carne o queso está relacionado con la formación de "Staphylococcus aureus", un microorganismo que resiste muy bien a las condiciones ambientales y cuya erradicación es posible a temperaturas de congelación y con una cocción correcta. Otro patógeno asociado a estas preparaciones es "Listeria monocytogenes", sobre todo en los preparados que utilizan queso y carne picada.

La versión dulce

La versión más dulce de los rellenos, en los que son protagonistas ingredientes como la crema, el chocolate o la nata, tampoco está exenta de riesgos. En estos casos, una de las máximas prioridades es mantener los alimentos a una temperatura de refrigeración adecuada y no romper la cadena del frío. Elaboraciones como las tartas deben mantenerse en la nevera hasta que se consumen y evitar dejarlas fuera más de una hora. Además de "Staphylococcus aureus", en los productos de repostería también se puede detectar la "Salmonella spp". La razón es la manipulación incorrecta que se hace de estos preparados, así como los tratamientos térmicos insuficientes o las contaminaciones cruzadas.

LA MEZCLA COMO PROTAGONISTA

Otro de los platos en los que la mezcla de distintos alimentos es la protagonista son las ensaladas. La variedad en la mezcla, igual que pasa con los rellenos, aumenta las posibilidades de riesgo de contaminación, sobre todo si se utilizan ingredientes como huevos, leche o pescado, relacionados con una mayor proliferación de microorganismos. En este caso, las claves para reducir riesgos se hallan en la refrigeración, la higiene de los alimentos crudos, en condimentos ácidos como el limón o vinagre y en evitar, en la medida de lo posible, el uso de salsas si no se puede garantizar la refrigeración. Además, los ingredientes deben estar todos fríos antes de mezclarlos.

Los alimentos que se ingieren crudos reúnen más riesgos de toxiinfecciones alimentarias, peligro que aumenta también con las altas temperaturas. Para evitarlo, deben controlarse aspectos como la limpieza de los utensilios con los que se manipulan los vegetales y su desinfección.

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14 sept 2010

Cereales Perennes la Próxima Revolución Agrícola

Nuevos cultivos de cereales perennes que crecen con menor cantidad de fertilizante y herbicida, requieren menos combustible para su manejo, y ocasionan menos erosión, que los cereales que se siembran anualmente, podrían estar disponibles dentro de dos décadas, según un equipo de investigadores.

Fuente: Scitech News (11 de Agosto de 2010)

Los cereales perennes serían una de las innovaciones más importantes en los 10.000 años de historia agrícola, y podrían convertirse en una realidad en los campos de cultivo dentro de un periodo bastante corto de tiempo si se recurre a los programas de reproducción correctos. Así lo indica John Reganold, profesor de ciencias del suelo en la Universidad Estatal de Washington y coautor principal del estudio junto con Jerry Glover, de igual especialidad y que ahora está en el Instituto de Tierras en Salina, Kansas.

Alcanzar el objetivo descrito dependerá del progreso que se vaya alcanzando. Cuantas más personas se involucren en el proyecto, más se acortará la espera.

El estudio presentado por el equipo de Reganold es un llamamiento para ponerse manos a la obra en una cuestión crítica para la humanidad e intentar solventarla. La mitad de la población mundial, que sigue creciendo en número de individuos, vive de lo que produce la tierra en zonas marginales bajo riesgo de ser degradadas biológicamente como consecuencia de la producción de cereales anuales (de temporada). Los cereales perennes amplían las posibilidades de los agricultores para mantener los fundamentos ecológicos de sus cultivos.

Los cultivos de cereales perennes tendrán estaciones de crecimiento más largas que los cultivos de temporada, y raíces más profundas que permitirán a las plantas sacar un mayor provecho de la lluvia. Sus raíces más largas, que pueden alcanzar profundidades de entre 3 y 3,5 metros aproximadamente, son capaces de reducir la erosión, enriquecer los suelos y secuestrar carbono de la atmósfera. Esas plantas requieren menos trabajo de maquinaria agrícola y menos herbicidas, dos aspectos importantes en las naciones menos desarrolladas.

En contraste, los cultivos de cereales de temporada pueden perder cinco veces más agua que los perennes, y 35 veces más nitratos, un valioso nutriente vegetal que puede migrar desde los campos de cultivo y acabar contaminando los recursos hídricos de agua potable, creando “zonas muertas” en las aguas superficiales.

Las versiones perennes de los cereales principales, en fase de desarrollo, podrían escapar a muchas de las limitaciones medioambientales que sufren los cereales de temporada, a la vez que ayudar a alimentar a un planeta cada vez más hambriento.

Las investigaciones sobre cereales perennes se están llevando a cabo en Argentina, Australia, China, India, Suecia y Estados Unidos. La Universidad Estatal de Washington acumula más de una década de experiencia en este campo, específicamente con el trigo perenne, en un proyecto liderado por Stephen Jones, director del Centro de Investigación de Mount Vernon, dependiente de la citada universidad.

Los autores del nuevo estudio creen que la investigación sobre los cereales perennes puede verse acelerada si a ella se le dedican una mayor cantidad de personal, más terrenos de experimentación y más tecnología. Abogan por que se le dediquen a esta labor tantos esfuerzos y recursos como se emplean ahora para el desarrollo de los biocombustibles alternativos.

9 sept 2010

Pipas de girasol más que un aperitivo

Su mérito nutritivo las hace merecedoras de un hueco en la alimentación cotidiana como ingrediente de diversidad de ensaladas, cremas, arroces o pastas

Las pipas de girasol comparten con otras semillas, como las de calabaza o las de sésamo, propiedades nutritivas por las que son recomendables en la alimentación cotidiana. Es tal el mérito nutritivo de los frutos secos, que las organizaciones de prevención y promoción de salud y nutrición recomiendan consumir entre 1 y 5 raciones por semana de estos alimentos al natural, tras destacar su vínculo en la prevención de las enfermedades cardiovasculares. Se proponen como ración unos 25 gramos de frutos secos (peso neto, sin cáscara). Esta cantidad equivale a unos 50 gramos de pipas sin pelar, aunque con éstas sucede que resulta difícil parar de comer una vez abierta la bolsa. Esto conduce a comer demás y a que este aperitivo sea muy calórico e indigesto si no se frena a tiempo.

Fuente: consumer (27 de julio de 2010)
Por MAITE ZUDAIRE
Esta justa cantidad, 25 gramos, se corresponde con unas 150 Kcal y una dosis saludable de grasas insaturadas (10 g) y de fibra (1,5 g). Es modesta en calorías para un aperitivo, ya que una manzana grande que pese entre 200 y 250 g proporcionará unas 130 Kcal, mientras que un vaso de leche, alrededor de 160 Kcal. De la composición grasa de las pipas destaca su riqueza en ácido gamma-linolénico, un nutriente esencial que el organismo es incapaz de fabricar a través de otros compuestos y, por lo tanto, es necesario aportar a través de la dieta. A partir de este ácido graso, se producen en el cuerpo unas moléculas llamadas prostaglandinas que, entre otras propiedades, impiden la formación de sustancias inflamatorias, regulan la liberación y acción de los neurotransmisores relacionados con la calma y la relajación, y regulan los efectos de las hormonas femeninas en el ciclo menstrual.
Las grasas insaturadas abundantes en los frutos secos tienen la cualidad de contribuir a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre, de ahí su apoyo a la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares. Las pipas contienen una cantidad apreciable de proteínas vegetales (22 g/100 g), nutrientes a los que se puede sacar el máximo rendimiento si se comen estos alimentos junto con cereales, bien sea en pan con pipas, bizcochos, arroz, pasta, etc. .

Las pipas, como ejemplo de frutos secos, se pueden considerar una fuente dietética de minerales y oligoelementos. Además del potasio y el fósforo, minerales abundantes en todos los frutos secos, las pipas sobresalen en comparación con el resto por su aporte de hierro (6,4 g/100 g, el doble que la mayoría y sólo por detrás de las semillas de sésamo y los pistachos) y magnesio (387 mg/100 g, el mayor contenido). Las recomendaciones diarias de magnesio oscilan entre 350 y 450 mg, por lo que uno o dos puñados de pipas suponen un aporte excelente de este mineral necesario para la relajación muscular y el desarrollo óseo. Para el mayor aprovechamiento del hierro vegetal, conviene consumir las pipas junto con alimentos ricos en vitamina C, como cítricos, piña o fresas. De las vitaminas, cabe reseñar su riqueza en ácido fólico (227 mg/100 g), un nutriente presente en mayor cantidad, entre dos y tres veces, en comparación al resto de frutos secos. Esta vitamina tiene una relevancia especial durante los periodos de crecimiento en los niños y, en particular, en los primeros meses de gestación. Por este motivo, el consumo de pipas como aperitivo o como ingrediente de otros platos es interesante desde un punto de vista nutritivo tanto en niños como en mujeres embarazadas.
A su vez, la vitamina E destaca sobre el resto de frutos secos en la composición de las pipas (46 mg/100 g, frente a 24 mg en almendras y avellanas o 7 mg en pistachos y cacahuetes). Al papel antioxidante que proporciona a estos frutos secos, se suma la presencia en las pipas de otros compuestos con una acción similar, como colina y betaina, lignanos y ácidos fenólicos. El aporte de antioxidantes es vital para contrarrestar el efecto nocivo de los radicales libres que se generan el organismo y que aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades degenerativas, cardiovasculares y cáncer.
Lo cotidiano y común es tomar las pipas a modo de aperitivo, a puñados, entre horas. Pero esta práctica tiene un inconveniente. Una vez abierta la bolsa, es difícil dejar de comerlas y, en exceso, además de suponer demasiadas calorías, resultan indigestas por la cantidad de grasa que se ingiere a la vez. Estas semillas cada vez tienen más presencia en panes, en sus más diversas presentaciones, como los colines o picos, a los que se añaden por encima y dan el gusto del fruto seco y una textura crujiente.
Una idea sana para fomentar el consumo de frutos secos es añadir un puñado o un majado de pipas a las ensaladas y a las cremas de verduras, platos que se enriquecen con el valor nutricional de estos frutos secos y que cambian de este modo a una textura crujiente. Mezcladas con otros aderezos, como el vinagre o el limón, la sal o el tamari, se aprovecha su componente graso y se añade menos aceite a estos platos.
También se pueden adicionar pipas o mezcla de frutos secos a recetas de arroz, cuscús y pasta, como medida muy recomendada para personas que siguen una dieta vegetariana. Con este sencillo gesto, se complementan las proteínas vegetales, al confluir en un mismo plato cereales y frutos secos. Los postres a modo de pasteles, bizcochos o magdalenas, se prestan a usar las pipas como ingredientes que espesan la receta y la mejoran en grasas saludables, combinado de proteínas vegetales, fibra y oligoelementos, como el hierro y el calcio.
En la utilidad mundial de las pipas de girasol, cabe destacar su uso para la fabricación de aceite de girasol, que junto con el de oliva conforman los dos aceites más consumidos en nuestro país. El valor añadido del líquido de girasol es su riqueza en ácidos grasos poliinsaturados y en vitamina E, un nutriente antioxidante en cantidad sobresaliente en comparación con el resto de aceites.
Las pipas se pueden comprar con o sin sal e, incluso, aderezadas con condimentos y saborizantes diversos. Las pipas con sal añadida aportan cantidades importantes de sodio. En caso de hipertensión, retención de líquidos y afecciones cardiovasculares que requieren de dietas bajas en este mineral, se recomienda comer las pipas sin sal.
Por otra parte, al ser frutos secos, las pipas pueden causar reacciones alérgicas a personas hipersensibles o que ya tienen alergia a otros frutos secos. La presencia cada vez mayor de estas semillas como decoración o como ingrediente de diversidad de productos de pan y bollería obliga a las personas afectadas a aumentar la alerta y leer con atención la lista de ingredientes.

7 sept 2010

Alternativas naturales para conservar productos cárnicos

La oxidación lipídica se asocia con un deterioro de las propiedades organolépticas (sensoriales), siendo habituales las modificaciones del sabor, color y textura. La industria cárnica, consciente de este factor, invierte en el desarrollo de técnicas naturales de conservación, teniendo en cuenta la creciente demanda de los consumidores por productos naturales y seguros. El uso de antioxidantes naturales se convierte así en una alternativa al uso de conservantes artificiales.

Fuente: www.ainia.es (28 de julio del 2010)

Un grupo de investigadores de la Universidad de Kentucky (Estados Unidos) llevó a término un estudio basado en el uso de aceite de orégano para disminuir la rancidez de la carne que aparece como resultado de los procesos de oxidación.

Las experiencias se basaron en el uso de salmuera con un contenido del 0.5% de aceite de orégano, para la conservación de muestras de carne de animales de entre 18 y 60 meses. Tras 4, 7 y 11 días de refrigeración, se midió el efecto del aceite natural sobre la oxidación lipídica y sobre el sabor de la carne. La oxidación lipídica se vio significativamente disminuida al tiempo que se observó un menor detrimento del color. Por el contrario, el uso de aceite de orégano aumentó la percepción del mal sabor considerablemente; pruebas de test demostraron una menor aceptación de la carne que incorporaba el conservante natural.

El grupo de expertos indicó la necesidad de futuras investigaciones para evitar la aparición del mal sabor y conseguir la aceptación de los consumidores.

Por otra parte, investigadores de la Universidad de Sao Paulo y Campinas (Brasil) y de la Universidad de Massachusetts (Estados Unidos), estudiaron el efecto de los carotenoides naturales en la mejora de la vida útil de las salchichas refrigeradas. Para ello, formularon seis tipos de salchichas con diversos conservantes, con eritorbato de sodio, norbixina, licopeno, zeaxantina, β-caroteno y dextrosa, con una concentración de 0.05 gramos por 100 gramos de carne.

Tras 45 días de refrigeración a una temperatura de 4ºC, se midió la estabilidad oxidativa mediante la cuantificación sérica de malondialdehído. Encontraron que los conservantes más efectivos eran la norbixina y la zeaxantina, dos carotenoides naturales. Los investigadores señalan que los posibles motivos de la mejor eficiencia de los conservantes naturales son las polaridades intermedias de los carotenoides y su localización en la interfaz de las emulsiones (lugar en el que se produce la oxidación lipídica por más tiempo).

El equipo de investigadores concluye que son necesarias futuras investigaciones acerca del efecto de estos pigmentos sobre la estabilidad sensorial de los productos cárnicos.

Aunque son necesarias más experiencias para reducir el impacto de estas sustancias sobre las propiedades organolépticas, los resultados indican el potencial de estos productos naturales para ser empleados como alternativa a los conservantes artificiales.


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