29 ago 2007

Impacto ambiental del agua embotellada


El agua envasada provoca toneladas de residuos y un gasto innecesario de recursos.

El consumo de agua embotellada ha crecido de manera espectacular en los últimos años, incluso en lugares donde el suministro público garantiza agua potable de calidad. La extracción, envasado, transporte y posterior eliminación de este producto provoca diversos impactos medioambientales que los consumidores pueden evitar. Asimismo, algunos expertos recuerdan que el agua embotellada no es la solución para los problemas de escasez de agua en el mundo.
Alex Fernández Muerza (Mayo de 2007)

CONTAMINACIÓN Y RESIDUOS DEL AGUA ENVASADA

Según las investigadoras Emily Arnold y Janet Larsen, del Earth Policy Institute, una organización estadounidense dedicada a la promoción del desarrollo sostenible, el consumo de agua embotellada ha crecido incluso en lugares donde el agua del grifo es de calidad, lo que está provocando de forma innecesaria el aumento de residuos y el gasto de grandes cantidades de recursos y energía.

La extracción industrial del agua de sus lugares de origen puede provocar graves desequilibrios medioambientales y económicos, especialmente en países en desarrollo con problemas de sequía.

Posteriormente, el agua embotellada se tiene que transportar a sus lugares de consumo, en ocasiones a miles de kilómetros. En este sentido, cada vez son más los consumidores que prefieren aguas envasadas procedentes de otros países, supuestamente más "puras" o cuando menos "exóticas". El aumento del tráfico de esta mercancía no hace sino incrementar la contaminación producida por el uso de combustibles fósiles.

Cada año se utilizan en todo el planeta unos 2,7 millones de toneladas de plástico para embotellar agua

Por su parte, el envasado del agua utiliza también combustibles no renovables. La mayoría de las botellas están hechas de polietilen tereftalato (PET), un plástico derivado del petróleo. Cada año se utilizan en todo el planeta unos 2,7 millones de toneladas de plástico para embotellar agua. Asimismo, este tipo de plásticos acaba con el paso del tiempo desprendiendo determinadas sustancias, como el antimonio o el bisfenol A, perjudiciales para la salud, de ahí que se recomienda evitar rellenarlas o guardarlas de manera prolongada.

El siguiente paso es desprenderse de la botella tras haber consumido el valioso líquido de su interior. Gran parte de estos envases acaba en la basura sin que llegue a reciclarse más de un 20%. Y éste es otro de sus grandes problemas: Una botella de este plástico abandonada en un entorno natural puede tardar hasta 1.000 años en biodegradarse.

Por su parte, los envases que llegan a las incineradoras aumentan los riesgos de emisiones tóxicas, ya que pueden generar subproductos nocivos como el gas clorado o ceniza similar a los metales pesados.

Por ello, la concienciación de los consumidores es fundamental, y en este caso, si se decide consumir agua embotellada, al igual que con el resto de envases, asumir la política de las tres erres (reducir, reutilizar y reciclar), es una buena recomendación.


La reutilización es otra forma de alargar el ciclo útil de las botellas. Las políticas públicas de reciclaje llevan a países como Alemania o Austria a preferir el agua envasada en botellas de cristal retornable. En Barcelona, la Agencia de Residuos de Cataluña y Ecologistas en Acción están intentando llevar a cabo un programa de retorno de garrafas de plástico de entre cinco y ocho litros.

Por su parte, algunos expertos hablan de las posibilidades de los plásticos biodegradables, o bioplásticos. Por ejemplo, la marca norteamericana Biota envasa su agua mineral en envases fabricados a partir de maíz, que se descomponen fácilmente en agua y material orgánico y pueden incluso compostarse.

¿POR QUÉ HA CRECIDO SU CONSUMO?

La demanda de agua embotellada ha crecido a un ritmo vertiginoso en todo el mundo. Según un estudio del Earth Policy Institute, se bebieron en 2004 en todo el mundo unos 154.000 millones de litros de agua envasada, un 57% más que hace sólo cinco años. Por países, los italianos son los que más agua embotellada bebieron, con 184 litros por persona en 2004, mientras que España es el sexto país del mundo que más agua de este tipo consume, con 137 litros al año.

Un metro cúbico de agua envasada costaba en España en 2003 unos 340 euros; idéntica cantidad de agua corriente costaba no más de un euro y medio

Los consumidores no escatiman a la hora de comprar agua envasada, a pesar de las enormes diferencias de precios frente al agua potable de suministro público. Según el informe "The World's Water" impulsado por el Pacific Institute, una organización privada de investigación estadounidense sobre temas de desarrollo, medio ambiente y seguridad, un metro cúbico (mil litros) de agua envasada costaba en España en 2003 unos 340 euros; idéntica cantidad de agua corriente costaba no más de un euro y medio. En otros países las diferencias pueden ser aún mayores: Los californianos pagaban en el mismo año 900 euros por ese metro cúbico de agua embotellada frente a los 50 céntimos de euro que les suponía el agua del grifo.

En este sentido, sirva como ejemplo el caso de Dasani, una marca perteneciente a Coca-Cola que utiliza agua de grifo purificada por osmosis inversa. En 2004, la multinacional trató de introducir este producto en el mercado británico. Sin embargo, la opinión pública de este país provocó finalmente su retirada, tras conocerse que el agua que se cobraba a 1,40 euros el medio litro procedía de Thames Water, una de las empresas británicas de distribución que le vendía a Coca-Cola dicha agua a unos 0,004 euros por cada medio litro; el precio final era 350 veces mayor.

En cualquier caso, lo que verdaderamente encarece el producto final no es el agua.

Un estudio elaborado por la investigadora de la Universidad de Ginebra Catherine Ferrier, por encargo del Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF), afirmaba que el 90% como mínimo del coste real de una botella de agua se lo lleva el embotellado, el transporte, la distribución o las campañas de marketing.

En opinión de Miguel Jara, experto en temas de salud y ecología, las empresas envasadoras han sabido crear y explotar sus productos en plena era de la preocupación por una mejor calidad de vida. Sin embargo, el agua del grifo de los países desarrollados no tiene nada que envidiar a las aguas embotelladas.

Por una parte, la propia legislación española advierte de que las diversas clases de aguas envasadas no tienen ventajas específicas y demostradas para la salud.

Por otra parte, el suministro público de agua posee garantías y controles suficientes de calidad. En este sentido, un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) realizado a finales del año pasado en 50 capitales de provincia españolas aseguraba que ninguna ciudad superaba el límite legal de trihalometanos (unas sustancias volátiles peligrosas para la salud) y sólo tres (Cáceres, Ciudad Real y Lugo) se situaban por encima del límite recomendado.

PRODUCCIÓN Y CONSUMO DE AGUA EMBOTELLADA EN ESPAÑA

España es el cuarto productor y consumidor europeo de aguas minerales naturales tras Italia, Alemania y Francia, según la Asociación Nacional de Empresas de Aguas de Bebida Envasadas (ANEABE). En cuanto a la calidad de las aguas envasadas, un estudio publicado en la revista CONSUMER EROSKI analizó ocho muestras de botellas de conocidas marcas de agua, y concluyó que todas cumplían la normativa.

Por su parte, los consumidores españoles prefieren el agua mineral natural sin gas, a diferencia por ejemplo de los estadounidenses, que se decantan por el agua de grifo purificada. En cuanto al tipo de botella, se utiliza el plástico principalmente, frente a otros países, como las citadas Alemania o Austria, más proclives al vidrio retornable.

En cuanto a las principales empresas del mercado español de aguas embotelladas, el Grupo Danone, con sus marcas Font Vella y Lanjarón, encabeza la lista, seguida del Grupo Nestlé, con sus marcas Aquarel, Perrier, Vitel y Viladrau; el Grupo Pascual (Bezoya); y el Grupo Vichy Catalán, con sus Vichy, Mondariz y Malavella.

BOTELLAS EN UN MUNDO SIN AGUA

La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que más de mil millones de personas carecen de agua potable segura, a pesar de ser un derecho reconocido por Naciones Unidas.

Según Arnold y Larsen, del Earth Policy Institute, el agua envasada no contribuye a solucionar los problemas de agua mundiales. Para ello, sugieren la ampliación y mejora del tratamiento de aguas y el saneamiento de los sistemas ya creados.

Más de mil millones de personas carecen de agua potable segura, a pesar de ser un derecho reconocido por Naciones Unidas

En este sentido, los Objetivos del Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas para promover el desarrollo sostenible mundial apuntan como una de sus prioridades la reducción a la mitad del número de personas que carecen de acceso seguro y permanente al agua potable para 2015.

Para lograr este objetivo, sus responsables calculan que sería necesario duplicar los 11 mil millones de euros destinados cada año al abastecimiento y saneamiento del agua. Según Peter H. Gleick, responsable del informe The World's Water, esta cifra podría de sobra asumirse con los 74 mil millones de euros que se estiman como gasto anual de agua embotellada.

Algunas iniciativas están intentando concienciar a los consumidores sobre las ventajas de evitar el consumo del agua envasada y decantarse por el agua de grifo.

Una ONG con sede en Ámsterdam vende una botella azul vacía con la marca "Neau" a un precio aproximado de un euro y medio. Sus responsables utilizan un juego de palabras con la palabra francesa eau (agua) y su pronunciación, que suena "no". Dentro de la botella se incluye un anuncio en el que explican que el dinero recaudado se invertirá en proyectos de suministro de agua en países en desarrollo.

Algunas empresas incluyen en su política de consumo responsable este tipo de proyectos. La multinacional de cafés y bebidas Starbucks compró en 2005 a Ethos Water, una empresa norteamericana que destina 5 céntimos de dólar por cada botella de agua vendida a proyectos de agua en el Tercer Mundo.

Por su parte, Anne Le Strat, presidenta de la Sociedad municipal de abastecimiento de agua de la capital francesa y miembro del Partido Verde, quiso recordar a esa mitad de sus conciudadanos que bebían de botella que las buenas condiciones del agua de grifo de París hacen innecesaria el consumo de agua envasada.

Para ello, puso en marcha en 2005 la campaña "Eau de Paris". En este caso, se trató de botellas de vidrio vacías en las que informaba de la calidad del agua de grifo parisina y su precio, mil veces más barata que la envasada.

CÓMO EMPEZÓ LA MODA Y HACIA DÓNDE VA

La moda del agua embotellada comenzó en el pequeño pueblo francés de Evian, que dio nombre a la famosa marca. En la actualidad, pertenece al Grupo Danone, y cuenta con la mayor planta embotelladora del mundo, lo que le sirve para exportar 1.500 millones de litros de agua al año a 150 países. No obstante, es la multinacional suiza Nestlé, la primera del ranking mundial, con 77 marcas.

El mayor mercado nacional es el estadounidense, aunque el crecimiento más acelerado se está dando en mercados emergentes como Sudamérica y Asia. Por su parte, los expertos indican que la tendencia en los países más desarrollados es la venta de agua cada vez más sofisticada.

Para ello, las posibilidades son diversas: añadiéndole vitaminas, aromas, sabores e incluso oxígeno extra; diseños sorprendentes de botellas; aguas "exóticas" provenientes de países como Fiji; o incluso específicas para mascotas, como las de las marcas Purely Pets o Pet Pure.

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24 ago 2007

La respiración del aire

Fuente: elmundo.es
Autor: JOAQUÍN ARAÚJO
(12 de febrero de 2007)

Para enfrentarnos al cambio climático, tendremos que comprender mejor qué es el aire.


La vida es capicúa. Por tanto, podemos y debemos leerla en ambas direcciones sin que varíe su sentido, propósito o contenido. Solo nosotros, los dotados de capacidades matemáticas, nos empeñamos en leerlo casi todo al derecho, o al revés. Ser unidireccionales desata muchos de los atroces comportamientos que lo mismo nos destruyen como esquilman la riqueza natural.


En los otros seres vivos, en sus ambientes, en los procesos y en los ciclos casi todo es recíproco.


Todo es pregunta y respuesta al mismo tiempo. De ahí que, de cara al denominado cambio climático, nos resulte tan necesario comprender algo tan crucial como el título de este texto.


Creo, sinceramente, que cuando se entiende que los elementos son partícipes directos, cuando no constructores, de lo que ellos mismos se proporcionan y nos proporcionan, las cosas comienzan a funcionar mejor. Quiero decir que el aire respira, el agua bebe, la luz ve y la tierra come, sino que por hacerlo es posible que nosotros inhalemos una parte de la atmósfera, bebamos la frescura líquida, podamos admirar el mundo y nutrirnos.


Dejar que el aire respire pasa por saber lo que le estamos haciendo respirar. Y no sólo se trata del ya más que famoso CO2. A la atmósfera van a parar decenas de otros gases bastante más peligrosos: humos de incendio, aerosoles, partículas de todo tipo y condición, radiactividad, tierra, polvo, todo ello entreverado de moléculas de todos los metales pesados, que es lo más peligroso que el ser humano pone en libertad no deseada. En suma, todo el repertorio imaginable de lo sucio, peligroso y hasta letal.


Con el agravante de que nuestro primer alimento es precisamente ese leve prodigio envolvente y amparador que llamamos aire. Materia, poética donde las haya, ya que lo es de los suspiros, de la palabra pronunciada, de la espuma y, por supuesto, de ese ingente azul llamado cielo que tenemos sobre nuestras cabezas. Pero no menos, insisto, esos 14 kilogramos diarios que cada persona inhala para que todos sus motores la muevan.


Cuando comencemos a dejar que el aire respire su propia identidad: esa leve, suave, vivificante combinación de gases, también se habrá iniciado el pago de la descomunal deuda contraída con la base de la vida por no haber querido reconocer que la mejor conducta es aquella que devuelve, una vez dadas las gracias, lo mismo que ha recibido.


En este caso: TRANSPARENCIA.


"La atmósfera comparte su dulzura con todos"Jorge Guillén (1893-1984)

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23 ago 2007

EL VENENO DE LAS AVISPAS PUEDE INTRODUCIRSE EN EL VINO Y CAUSAR REACCIONES ALéRGICAS


Alergólogos de Valladolid han documentado hasta el momento seis casos

Fuente : Consumer.es (17 de agosto de 2007)

El veneno de himenópteros como las avispas y las abejas puede colarse de forma accidental en las bodegas vitivinícolas y causar reacciones alérgicas a personas sensibilizadas.

Hace tres años, alergólogos del Hospital Río Hortega de Valladolid, dirigidos por la doctora Alicia Armentia, publicaron el primer caso de un varón que sufrió una reacción alérgica por veneno de avispa después de beber vino y sin sufrir picadura alguna.

Entonces se pensó que podría ser un hecho excepcional.

Sin embargo, ahora los alergólogos españoles han documentado otros cinco casos más.

Todos desarrollaron síntomas alérgicos importantes, como problemas respiratorios, enrojecimiento, sudor y picores.

El veneno de los insectos no se detectó en una sola bodega.

Se encontró tanto en vino blanco, como en tinto y en caldos de todas las comunidades autónomas.

También se halló en vinos californianos y franceses analizados "y probablemente se encuentre en cualquiera.

Lo único que varía es la especie de himenóptero que contamina el vino", señala Armentia.

Evitar que las avispas se introduzcan en las bodegas es misión imposible. Y es que estos insectos llegan en los racimos de uvas a las bodegas y fallecen durante el proceso de despalillado y prensado, pero su veneno permanece activo hasta llegar a la botella.

Eso sí, desaparece en los vinos de crianza y reserva, pero permanece activo en mostos y caldos jóvenes.

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19 ago 2007

Expectativas de la uva para un vino más sano


Una nueva técnica que utiliza el ozono para preservar las uvas podría ayudar a prevenir alergias y a alzar compuestos sanos al mismo tiempo, divulga a Jennifer Rohn en la química y la industria, el compartimiento del SCI. La misma técnica se podría utilizar en el proceso de la vinificación para producir vinos más sanos sin los sulfitos agregados que pueden causar asma y otras condiciones en alguna gente.

las uvas Masa-puestas pueden permanecer en el almacenaje por meses y se tratan generalmente con dióxido de sulfuro para prevenir decaimiento. Aunque el dióxido de sulfuro es eficaz, es corrosivo y puede causar reacciones alérgicas severas en alguna gente. los Vino-fabricantes tienen un problema similar en que los sulfitos agregados a los vinos para prolongar su shelf-life y para permitir que envejezcan pueden hacer sus vinos desagradables a algunos bebedores.

Francisco Artes-Hernandez y su equipo en la universidad técnica de Cartagena en España comparó varios diversos métodos preservativos con una nueva técnica que implica el exponer macroperforated los paquetes de uvas en 0 los degress C a los ciclos de 0.1 litros micro por el litro de ozono. Encontraron que el tratamiento del ozono era el 90% tan eficaz como la SO2 en la prevención de decaimiento. Además, las uvas ozono-tratadas tenían hasta cuatro veces más antioxidantes que las uvas untreated (diario de la ciencia del alimento y la agricultura, el doi 10.1002/jsfa.2780).

Todavía no se sabe porqué los niveles antioxidantes aumentan, pero porque estos compuestos para arriba-se regulan en respuesta a la tensión ambiental en células de la planta, podría ser que el ozono está percibido como insulto bioquímico.

El Waterhouse de Andrew, silla del departamento de la viticultura en la universidad de California, Davis, dijo que porque los cultivadores del vino no almacenan las uvas por períodos prolongados, son poco probables utilizar el ozono en cualquier proceso de la preservación. Él convino, sin embargo que el proceso del ozono se podría pellizcar para substituir los sulfitos problemáticos agregados al vino durante el proceso del liquification, presentando la posibilidad de vinos más hipoalérgicos más sanos.

Los antioxidantes, compuestos naturales encontrados en vino rojo, chocolate, café y muchas frutas, se creen para ayudar a prevenir una variedad de enfermedades incluyendo cáncer y el neurodegeneration.

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6 ago 2007

En España aumentan las notificaciones por mercurio encontrado en pescado


15-07-07, Por Ecologistas en Acción


Ecologistas en Acción ha alertado sobre el fuerte incremento, durante el primer semestre del año, de las notificaciones por contenido de mercurio en pescado. Para la organización ecologista la situación es más grave ya que los límites permitidos por la UE de mercurio en pescado no protegen suficientemente la salud, al no tener en cuenta el consumo medio, ni las características corporales de los consumidores.

Ecologistas en Acción ha alertado sobre el fuerte incremento, durante el primer semestre del año, de las notificaciones por contenido de mercurio en pescado. Para la organización ecologista la situación es más grave ya que los límites permitidos por la UE de mercurio en pescado no protegen suficientemente la salud, al no tener en cuenta el consumo medio, ni las características corporales de los consumidores.
Según Ecologistas en Acción durante el primer semestre del año se han incrementado de forma muy importante las notificaciones por contenido en mercurio en pescado. Estas notificaciones son publicadas por el sistema de alerta rápida para piensos y alimentos (RASFF en sus siglas inglesas). La situación actual, con 59 notificaciones en el primer semestre del año, concuerda con la tendencia presentada recientemente en el informe anual del 2006, año en el que aumentaron las notificaciones sobre superaciones del nivel legal de contenido en mercurio en productos pesqueros con respecto a años anteriores. Las superaciones en el año 2006 fueron 71, 46 superaciones en 2005 y 45 en 2004.
Como en el caso las actuales superaciones en productos españoles, el pez espada fue la especie con un mayor número de la notificaciones en 2006 (36) seguido por el tiburón (17 notificaciones) y el atún (7 notificaciones).
Según la normativa comunitaria, el nivel máximo permitido de mercurio en los productos pesqueros es de 0.5 miligramos (mg) por kg. En ciertas especies (como el pez espada, el tiburón, o el atún) se permite un nivel máximo más alto, de un miligramo por kg.
Para Ecologistas en Acción la situación es mucho más grave, ya que si en lugar de los límites establecidos por la UE, utilizásemos los criterios establecidos por el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA), referidos a la ingesta máxima semanal de metilmercurio, 1,6 microgramos (µg) por kg de peso corporal por semana para proteger suficientemente al feto en desarrollo expuesto al metilmercurio a través de alimentos contaminados ingeridos por la madre embarazada.
Este nuevo límite recomendado sustituye a la recomendación precedente de 3,3 µg de metilmercurio en los alimentos por kg de peso corporal por semana, el cual se mantiene para el resto de personas adultas. Con esta propuesta, una mujer, en edad fértil, con un peso de 60 kg y que consuma unos 400 gramos de atún a la semana (media de consumo de pescado en Asturias*), no debería ingerir pescado con contenidos superiores a las 0,25 mg por kg para no superar los límites aconsejados por el comité de expertos.
El mercurio es un metal extremadamente volátil que puede ser transportado a grandes distancias una vez se ha emitido a la atmósfera. Una vez se ha depositado en un ambiente acuático, el mercurio se transforma en metilmercurio, una potente neurotoxina, que se acumula en los peces y en los animales y los humanos que los consumen. Cuando es ingerido por mujeres embarazadas, el metilmercurio atraviesa la placenta y se acumula en el cerebro y el sistema nervioso central del feto en desarrollo. Incluso cantidades relativamente despreciables pueden producir serios retrasos motores o de comunicación. El mercurio nunca desaparece del medio
ambiente, asegurando que la contaminación de hoy seguirá siendo un problema en el futuro.

4 ago 2007

Bacterias patógenas en alimentos



24 de julio de 2007
MAITE PELAYO

Los microorganismos, y en concreto las bacterias, son la principal causa de enfermedades causadas por el consumo de alimentos contaminados. Se habla de cómo evitar su presencia, de sus consecuencias sanitarias y socioeconómicas, pero a menudo no se conocen lo suficiente. Con este análisis se realiza el perfil de las diez bacterias transmitidas por alimentos más relevantes para la salud humana, bien por su elevada incidencia como por sus devastadoras consecuencias en el organismo, como Bacillus cereus y Campylobacter jejuni, a las que siguen otras como Listeria monocytogenes y Salmonella.


LA CONTAMINACIÓN MICROBIOLÓGICA, SOBRE TODO LA BACTERIANA, ES LA CAUSA MÁS COMÚN DE PROBLEMAS SANITARIOS DERIVADOS DE LA ALIMENTACIÓN
Cualquier alimento debería estar, en condiciones ideales, libre de la presencia de microorganismos patógenos. Pero conseguirlo no es fácil y, a pesar de las medidas que el sector productivo implementa, con un demostrado alto grado de eficacia para alguno de los microorganismos más virulentos, su completa erradicación es compleja. Un análisis de las principales bacterias patógenas responsables de enfermedades causadas por el consumo de alimentos contaminados obliga a tener en cuenta Bacillus cereus, Campylobacter jejuni, Clostridium botulinum, Escherichia coli enteropatógeno y Staphylococcus aureus.
Bacillus cereus
Bacillus cereus, un bacilo de tamaño grande que forma esporas, es un microorganismo ampliamente distribuido en la naturaleza y en los alimentos. Para que se evidencien los síntomas deben ingerirse cantidades muy elevadas de esta bacteria que, una vez en el tracto intestinal, libera una toxina (exoenterotoxina) provocando una gastroenteritis. Su periodo de incubación puede ser corto, y produce una intoxicación similar a la causada por estafilococos, con náuseas y vómitos, o un cuadro de tipo diarreico. Haciendo justicia a su nombre, se lo relaciona principalmente con postres de pastelería, arroz hervido o frito y productos a base de cereales como pasta.
La contaminación se produce al germinar formas esporuladas del bacilo que resisten al tratamiento térmico. Para evitarlo es conveniente mantener este tipo de alimentos, en especial los arroces, bien calientes o enfriarlos rápidamente y en pequeñas cantidades, manteniéndolos refrigerados. A la hora de consumirlos es aconsejable calentarlos a fondo.
Campylobacter jejuni
El nombre de la bacteria hace referencia a su forma, campylo, de origen griego, que significa curvado. Se trata de bacterias finas, filamentosas y dobladas a modo de comas. Su ingestión produce infecciones intestinales. Es la causa más común de diarreas en el ser humano, y afecta principalmente a niños, adolescentes y ancianos. Los síntomas, que aparecen al cabo de dos o cuatro días, incluyen dolor abdominal, diarrea y fiebre.
Los alimentos más relacionados con este microorganismo son las carnes o el pollo crudo o mal cocinados, la leche sin pasteurizar y el agua sin tratamiento. En los países desarrollados, y pese a las cada vez más exhaustivas medidas sanitarias, los brotes de infecciones por Campylobacter, lejos de disminuir, se incrementan. Para prevenir este tipo de infección deben cocinarse bien los alimentos, evitar posteriormente la contaminación cruzada y beber agua sanitariamente controlada.
Clostridium botulinum

Clostridium botulinum es una bacteria en forma de bastoncito que vive habitualmente en el suelo en condiciones anaerobias (en ausencia de oxígeno), produce esporas resistentes y genera gas.
La intoxicación la produce la toxina botulínica, una potentísima neurotoxina que ataca al sistema nervioso. Se trata de una de las más peligrosas que se conoce, pudiendo ocasionar la muerte a dosis bajísimas.
El botulismo se presenta raras veces, aunque se le presta mucha atención por su elevada mortalidad. Los síntomas aparecen entre las 12 y 36 horas en forma de trastornos digestivos agudos, náuseas, vómitos, incluso diarrea y dolores de cabeza, fatiga y desvanecimientos.
También puede producir estreñimiento y presentarse síntomas neurológicos como doble visión. Con frecuencia puede aparecer dificultad al tragar, hablar y tener sensación de boca seca. La toxina paraliza los músculos involuntarios, extendiéndose al sistema respiratorio y al corazón.

La causa más frecuente de este tipo de intoxicación es la elaboración incorrecta de alimentos envasados en el hogar, principalmente carnes o pescados conservados, así como verduras y hortalizas (judías verdes, espárragos y remolacha, entre otros). Los brotes de botulismo derivados de un fallo en la producción industrial de alimentos siempre son noticia por sus consecuencias. La prevención pasa por el control de los tratamientos térmicos y el rechazo de envases mínimamente abombados, hinchados o deteriorado
E. coli y S. aureus

LA PREVENCIÓN DE E.COLI PASA POR EL CONTROL DE LOS ALIMENTOS FRESCOS EN ORIGEN

E. coli es una enterobacteria considerada como parte de la flora intestinal normal. Sin embargo, se ha observado que ha sido responsable de afecciones diarreicas, especialmente en niños. Estos serotipos responsables de diarreas y ciertos brotes de toxiinfecciones por alimentos se denominan E. coli enteropatógeno (ECE). Los síndromes determinados por la ingestión de ECE se dividen en dos grupos:







  • Bacterias que producen una enterotoxina y provocan una enfermedad similar al cólera (diarrea, vómitos, deshidratación). Son las responsables de las diarreas infantiles y de las llamadas «diarreas del viajero». Tras su ingestión se produce una colonización del intestino y una posterior liberación de la toxina.
  • Bacterias que no producen enterotoxina pero son invasivas del intestino y provocan colitis (inflamación del intestino grueso) y cuadros similares a una sigelosis (disentería bacilar) con fiebre, escalofríos, dolores de cabeza, espasmos abdominales y diarrea, entre otros.
En ambos casos se ingieren alimentos en los que se ha desarrollado un intenso crecimiento bacteriano, bien por una fuerte contaminación o por una conservación inadecuada. La prevención pasa por el control de los alimentos frescos en origen, principalmente leche y carne; la vigilancia de una posible contaminación posterior y la recontaminación de los alimentos ya higienizados.

Finalmente, la refrigeración impedirá la multiplicación de los posibles ECE presentes en los alimentos.

Además de los mencionados ECE, E.coli O157:H7 relacionada con hamburguesas mal cocinadas, leche cruda y algunos productos agrícolas, puede producir un tipo de toxina mortal. Su incidencia es baja.
Staphylococcus aureus
La intoxicación de origen alimentario más frecuente la produce la ingestión de la toxina que aparece por el crecimiento en los alimentos de ciertas cepas de S.aureus. Se trata de una enterotoxina que causa gastroenteritis al poco tiempo de ser consumida (de dos a cuatro horas) con vómitos, diarrea e inflamación de la mucosa gástrica e intestinal. El microorganismo es un estafilococo, es decir, una bacteria con forma redonda que crece normalmente en masas similares a racimos de uvas en medio sólido, dando al alimento una coloración amarilla dorada (aunque algunas cepas son incoloras), de ahí el nombre de aureus.

A pesar de su amplia distribución y a la facilidad con la que llega a los alimentos, sus efectos son agudos y aparatosos pero remiten rápidamente. Staphylococcus aureus es un microorganismo muy resistente a las condiciones ambientales y extremadamente difícil de erradicar, y convierte a los manipuladores de alimentos en los principales agentes de su rápida extensión. El frío impide que la bacteria forme la toxina que desencadena la infección bacteriana en humanos.

Los alimentos más implicados son principalmente los cocinados ricos en proteínas como el jamón cocido, carne de aves y también productos de pastelería rellenos de crema. Alrededor del 75% de los brotes de intoxicación estafilocócica se presentan como consecuencia de una mala refrigeración.
L. monocytogenes y Salmonella

LA LISTERIOSIS ES ESPECIALMENTE GRAVE EN MUJERES EMBARAZADAS Y RECIÉN NACIDOS


Listeria monocytogenes debe su nombre al médico inglés Joseph Lister, cirujano del siglo XIX que, impresionado por los trabajos de Pasteur, relacionó la sepsia postoperatoria con las infecciones microbianas resultado de la falta de desinfección quirúrgica. Sus sencillos pero eficaces métodos de esterilización tanto de instrumentos como de vendajes y ambiente en los quirófanos fueron totalmente revolucionarios en su época, y sentó las bases de la cirugía antiséptica.
Esta bacteria, con forma de bacilo corto o coco, produce una enfermedad llamada listeriosis, una patología de periodo de incubación variable, especialmente grave en mujeres embarazadas y recién nacidos así como en adultos inmunodeprimidos. En la madre puede causar fiebre leve con gastroenteritis débil o síntomas similares a una gripe mientras que en el feto causa una septicemia generalizada grave.

La listeriosis puede contraerse por diferentes vías de transmisión, pero la alimentaria es una de las más frecuentes. Debido a que la cantidad presente en alimentos suele ser frecuentemente baja, el verdadero problema reside en su rápida multiplicación durante el almacenamiento del producto, aún a temperaturas bajas de refrigeración, una de sus características más problemáticas. Además es bastante resistente al calor, acidez y concentración salina.
Se ha relacionado esta enfermedad con el consumo de verduras con excesivo almacenamiento en origen, leche cruda, quesos blandos, carnes crudas o poco cocinadas y embutidos, pollo y pavo y productos del mar tanto frescos como en conserva y ahumados. Uno de sus principales reservorios en alimentación son las superficies húmedas de plantas de procesado de alimentos.
Este hecho, junto con su relativa facilidad para crecer a bajas temperaturas, convierten las cámaras frigoríficas de la industria alimentaria en importantes posibles placas de cultivo. Las manos del manipulador y la contaminación cruzada son los principales focos de infección en alimentos.
Debe tenerse especial cuidado con la leche cruda y platos preparados con ellos, quesos de pasta blanda (nunca comer la corteza), derivados cárnicos como embutidos, salchichas, especialmente de consumo frío, durante el embarazo es preferible evitar todos ellos. Además es importante evitar almacenamientos prolongados incluso en refrigeración; limpiar, desinfectar y secar bien superficies y utensilios, también las manos; atención a la higiene del frigorífico; cocinar a fondo los alimentos también al recalentarlos; higienizar verduras crudas antes de consumirlas, y no consumir alimentos «artesanos» que no ofrezcan garantías sanitarias.
Salmonella

La salmonela es una de las bacterias más mediáticas y conocidas. A ella se le atribuyen muchas de las toxiinfecciones alimentarias, algunas inmerecidamente. Se trata de una enterobacteria que puede llegar a contaminar el agua y los alimentos de origen animal especialmente huevos, aves y cárnicos, y que al multiplicarse en condiciones adecuadas de crecimiento durante el tiempo suficiente alcanza una dosis tal que al ingerirse produce una patología llamada salmonelosis.

Sólo a través del control de alimentos en origen y de unas buenas prácticas de manipulación en toda la cadena se puede reducir la incidencia y llegar a su erradicación.

Shigella, V. parahemolyticus y Yersinia enterocolítica

Shigella es una enterobacteria en forma de bacilo cuyo género fue descubierto y descrito por el bacteriólogo japonés Shiga, a quien debe el nombre. Sus brotes se relacionan con la falta de higiene y se transmite fácilmente, bien directamente de persona a persona o a través de las manos, insectos o por contaminación fecal. Con todo, el agua contaminada es uno de los principales focos de infección. Tras su ingestión esta bacteria libera una endotoxina que afecta a la mucosa intestinal. Tanto el periodo de incubación como los síntomas son muy variables: dolores abdominales, diarreas, esclofríos, naúseas y cefaleas de diferentes grados de gravedad.

La shigelosis, también llamada disentería bacilar, aparece con más frecuencia de la que a menudo se le concede.
Además del agua, se la relaciona con alimentos con elevada tasa de humedad, como la leche, las verduras como judías verdes o patatas, aunque se han visto también implicados en sus brotes atún, gambas, pavo y salsas preparadas. Las medidas de prevención están relacionadas con la estricta higiene personal, así como evitar su desarrollo mediante una refrigeración adecuada y una correcta higienización de los alimentos previa a su consumo.
Vibrio parahemolítico

Se trata de un bacilo móvil próximo a V.cholerae (agente patógeno del cólera). Debido a que es un habitante habitual del medio marino, su más temida característica es la condición de bacteria halófila, es decir, que necesita concentraciones salinas elevadas, en este caso similares a las marinas, para desarrollarse, pero resiste concentraciones superiores, por lo que además de alimentos de origen marino frescos puede contaminar también otros productos como salazones.

Su ingestión provoca, tras unas 12 horas, una gastroenteritis febril a veces acompañada de diarrea sanguinolenta. Su papel enteropatógeno ha sido ampliamente estudiado y demostrado en Japón, donde constituye una de las causas más importantes de infecciones alimentarias.

Los alimentos más implicados son de origen marino: pescado y moluscos crudos o insuficientemente cocinados. El microorganismo se encuentra ya en estos alimentos en el momento de su captura. Tras la muerte del pescado, V. parahemolítico se multiplica activamente.
Como medidas de control es conveniente limitar su crecimiento en los productos crudos conservándolos en refrigeración o congelación además de consumir pescados y mariscos suficientemente cocinados o hervidos e impedir su recontaminación por los crudos como normalmente sucede en estos brotes. Una práctica peligrosa nada recomendable es el empleo de agua de mar para labores de limpieza o para enjuagar alimentos que se van a consumir en crudo.
Yersinia enterocolítico
Se trata de una enterobacteria psicrótrofa, es decir, que crece a temperaturas de refrigeración, y de la que sólo algunas cepas son enteropatógenas. Causa la yersiniosis, una enfermedad que cursa con dolor abdominal, diarrea o vómitos, síntomas que recuerdan una apendicitis y que aparecen entre las 24 y 36 horas tras la ingestión del alimento contaminado.

Se la relaciona con el consumo de alimentos de origen animal como carne de cerdo y otras carnes, leche cruda o cualquier alimento crudo o cocinado contaminado. Su prevención se basa en los principios generales de la salmonelosis siempre teniendo en cuenta que es un microorganismo capaz de desarrollarse a temperaturas de refrigeración por lo que este sistema de conservación de alimentos no resulta eficaz para detener su crecimiento.

1 ago 2007

Los pesticidas y los golpes en la cabeza predisponen a sufrir Parkinson

Una investigación revela qué factores medioambientales juegan un papel importante en el desarrollo del Parkinson
La exposición a los pesticidas y los golpes en la cabeza a lo largo de la vida aumentan el riesgo de padecer Parkinson en la vejez, según un gran estudio que confirma las sospechas que recaían sobre estos dos factores. Sin embargo, no se ha podido demostrar que la exposición a otros productos químicos, como los disolventes, o a los metales aumente el riesgo de sufrir esta enfermedad degenerativa.
MALEN RUIZ (31 de julio de 2007)

En la aparición del Parkinson, la enfermedad degenerativa neuronal más frecuente después del Alzheimer, juegan un papel importante tanto factores genéticos como medioambientales, sostienen los científicos. Son muchos los estudios que lo sugieren y existen compuestos químicos que se ha demostrado que, en casos de grave intoxicación, producen síntomas muy parecidos a los temblores del Parkinson. Por ello, los investigadores se han interesado por la historia personal de casi 1.000 enfermos con Parkinson claramente diagnosticado o que presentan síntomas similares para ver si comparten factores de riesgo.


Multitud de factores
Los enfermos son de cinco países o regiones europeas, Italia, Suecia, Rumania, Malta y Escocia, y se recabaron datos sobre su exposición a lo largo de la vida a disolventes, pesticidas, hierro, cobre y manganeso. También se tuvieron en cuenta muchos otros factores, como si fumaban o tenían un pariente próximo afectado por la enfermedad, tras el análisis correspondiente, se comprobó que el factor de riesgo más importante es tener familiares con la enfermedad, seguido de haber tomado durante más de un año medicamentos para la ansiedad, para dormir o para tratar la depresión, aspectos que ya se habían puesto de manifiesto en otros estudios anteriores.
Haber quedado inconsciente por un golpe en la cabeza es un factor de riesgo de sufrir Parkinson, que es mayor si este suceso se ha repetido más de una vez.
También se confirmó la no relación del Parkinson con el consumo de alcohol. Sin embargo, se halló asimismo una correlación estadísticamente significativa entre el Parkinson y la exposición a pesticidas, con una clara y novedosa relación entre el grado de exposición y la aparición o no de la enfermedad. Lo que no se puede precisar es cuáles son los pesticidas implicados, por lo que resultan necesarios nuevos estudios. No se encontró, por otra parte, relación entre la exposición a los disolventes o a los metales a lo largo de la vida y el riesgo de padecer Parkinson.
Organofosforados y boxeo


En cuanto a los golpes en la cabeza, haber quedado inconsciente al menos una vez en la vida por un golpe ha resultado ser un factor de riesgo, que es mayor si este suceso se ha repetido más de una vez. «Estos resultados tienen consecuencias para todos los deportes de contacto y, especialmente, para deportes de combate como el boxeo», han comentado los investigadores, que pertenecen al proyecto Geoparkinson, financiado por la Comisión Europea. «También tiene implicaciones para los usuarios de pesticidas en un contexto laboral y quizás también en un contexto recreativo».
El hecho de que la exposición a los pesticidas suela ser intermitente, tanto en los agricultores como en los particulares que cuidan su jardín, hace difícil saber si se está subestimando su importancia como factor de riesgo causante de Parkinson, porque no se conoce todavía en qué grado la exposición a los pesticidas puede desembocar en la enfermedad.
Los organofosforados son los pesticidas que más claramente se han relacionado con el Parkinson en algunos estudios anteriores. En cuanto a otros resultados llamativos del estudio actual, que se ha publicado en la revista Occupational and Environmental Medicine, como la relación con los tratamientos antidepresivos, resulta también difícil establecer conclusiones tajantes por ahora, porque puede ser que en algunos casos sea el Parkinson incipiente el que cause los trastornos, como el insomnio, la depresión o la ansiedad que son así tratados.
PARKINSON

Una enfermedad neurodegenerativa que se caracteriza por la degeneración progresiva de las neuronas de la substantia nigra del cerebro, el Parkinson afecta a entre un 0,1% y un 0,3% de la población en los países europeos. Parece muy probable que cuando se habla de Parkinson se esté hablando en realidad de todo un grupo de enfermedades similares, ya que algunas veces se ha comprobado un diagnóstico erróneo de Parkinson cuando ha muerto el paciente.
Los factores genéticos y ambientales que interaccionan para producir la enfermedad o enfermedades pueden ser numerosos, de forma que un factor de riesgo puede resultar importante sólo en individuos susceptibles y no en todos. El hecho de tener una historia familiar de Parkinson es el mayor factor de riesgo pero queda por comprobar que se deba solamente a factores genéticos y no a que los familiares suelen vivir en el mismo ambiente.