29 may 2007

Casi el 75% de las enfermedades que han afectado a personas en los últimos 10 años han tenido como origen la presencia de patógenos en productos de origen animal, según la OMS
13 de abril de 2006
MARTA CHAVARRÍAS
Un total de 11 enfermedades transmisibles de animales a humanos han afectado a 380.000 personas en la Unión Europea durante el año 2004. Las dos infecciones más frecuentes han sido salmonelosis y campylobacteriosis, según concluye el informe Tendencias y Fuentes de Zoonosis, Agentes Zoonóticos y Resitencia Antimicrobiana, publicado recientemente por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, en sus siglas inglesas).
La salud animal constituye un factor determinante en la seguridad alimentaria porque ciertas enfermedades, denominadas zoonosis, como la brucelosis, la salmonelosis y la listeriosis, pueden transmitirse a las personas a través de alimentos contaminados por los microorganismos que las producen, tal y como reconoce la Autoridad Española de Seguridad Alimentaria (AESA).
Aunque la transmisión a personas puede producirse por distintas vías, las infecciones a través de los alimentos son una de las principales causas de enfermedad. El problema reside en que los alimentos pueden contaminarse con patógenos zoonóticos (agentes infecciosos transmisibles por animales) de varias formas.
Si un animal sufre una enfermedad determinada, sus tejidos y, en particular, su carne o leche, pueden ser fuentes de infección para las personas si entran en la cadena alimentaria. Todo ello justifica la consideración de la Organización Mundial de la Salud (OMS), según la cual la «salud humana se liga directamente a la salud animal y a la producción».
De ahí que la importancia de establecer medidas de prevención y control en este sector cobre especial valor, especialmente si se tienen en cuenta los últimos datos aportados en el ámbito comunitario sobre la incidencia de estos problemas de sanidad animal.
El análisis Tendencias y Fuentes de Zoonosis, Agentes Zoonóticos y Resitencia Antimicrobiana, presentado por la EFSA, no sólo pone sobre la mesa los datos registrados durante el año 2004 sino que pretende ser una herramienta útil para tomar las medidas correctas de control de las enfermedades transmisibles de animales a personas.
La importancia de este estudio reside en que es la primera vez que se realiza un compendio tan completo de toda la información relacionada con estas enfermedades (un total de 19 países han aportado datos).
Salud animal y salud humana, Salmonella, Campylobacter, Listeria, Escherichia coli, Mycobacterium Boris, Brucella, Yersinia, Trichinella, Echinococcus, Toxomoplasma y rabia son las enfermedades analizadas durante el año 2004 en la UE.
Las dos infecciones más frecuentes son la Salmonelosis y la Campylobacteriosis, y los alimentos más directamente relacionados con la aparición de la primera son la carne de pollo, la carne de cerdo y los huevos. En el caso de Campylobacter el alimento que más directamente está relacionado es la carne de cerdo.
A pesar de estos datos, los responsables del informe reconocen que la presencia de bacterias o parásitos en los alimentos no implica necesariamente que se produzca infección en personas. Buena parte de que esto sea así dependerá de la eficacia, por ejemplo, del proceso de cocinado de los alimentos. Y es que una de las mayores prioridades sobre las enfermedades transmisibles es entenderlas mejor en términos de «epidemiología, mecanismo de transmisión a las personas, diagnosis, prevención y control», reconoce la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Más salmonelosis Cada año todos los Estados miembros aportan información sobre las zoonosis y sobre los brotes asociados con los alimentos. Según estos datos, en 2004 los casos de salmonelosis ascendieron a 192.703, mientras que los de campylobacteriosis llegaron a los 183.961.
Estas cifras son superiores a las registradas en años anteriores, ya que a partir de 2003 y, sobre todo, de 2004, con la inclusión en la Unión Europea de nuevos países, estas cifras aumentaron de forma considerable. Otras bacterias implicadas en la aparición de brotes han sido Yersinia, que ha afectado a 10.000 personas en toda la UE y que está relacionada sobre todo con la carne de cerdo y sus derivados, y Brucella, responsable de entre 1.000 y 4.000 casos, cifra inferior a los registrados en años anteriores.
Las cifras más altas de contaminación por Salmonella se han detectado en aves de corral y en carne de cerdos. La primera de ellas presenta también altos niveles de contaminación por Campylobacter. Los parásitos Trichinella y Echinococcus se han detectado sobre todo en especies de animales salvajes, lo que indica que la fauna constituye también una fuente de infección de estos parásitos.Este factor se aplica también al virus que provoca la rabia, para la que se han encontrado pocas evidencias que se encuentre en animales domésticos.
ZOONOSIS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como «zoonosis» cualquier enfermedad o infección que se «transmite a través de animales vertebrados».
Según esta organización, se han descrito unas 200 zoonosis de distintos tipos, dependiendo del agente que las cause: bacterias, parásitos, virus y otros agentes poco convencionales, como la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) o mal de las «vacas locas».
Cerca del 75% de las enfermedades que han afectado a seres humanos en los últimos 10 años han sido provocados por la presencia de patógenos en productos de origen animal. Uno de los mayores riesgos que existen actualmente es la enorme capacidad de «viajar» que tienen estas enfermedades, lo que implica que se generen problemas de carácter global.
Desde la OMS, y a través de los servicios veterinarios, llevan a cabo una extensa actividad de control de estas enfermedades para impedir que se conviertan en una amenaza para la salud pública. Estas medidas se concretan en detectar e identificar los peligros microbiológicos, en aprobar pautas de actuación y en promover la investigación, especialmente en el análisis epidemiológico en laboratorios nacionales.
Para los máximos responsables sanitarios, la detección temprana de brotes de enfermedades animales es esencial para contenerlas. La Organización Internacional de Epizootias (OIE) ha reconocido recientemente que los servicios veterinarios juegan un papel clave dentro del sistema global de detección y control de las enfermedades animales. Este reconocimiento empezó a cobrar sentido con la aparición de crisis sanitarias como la EEB o la fiebre aftosa, y actualmente con la gripe aviar.
La OIE ultima actualmente la creación de la herramienta Desempeño, Visión y Estrategia (CVE), de la que forman parte numerosos expertos destinados a ofrecer ayuda en los procesos de evaluación de las enfermedades.

19 may 2007


La crisis de la melamina. (Alimentación animal)



La alerta alimentaria en EEUU por la comida para animales adulterada ha acabado afectando a más de 5.000 productos comerciales y a granjas de aves y cerdos

MERCÈ FERNÁNDEZ

9 de mayo de 2007

El pasado mes de marzo las autoridades sanitarias estadounidenses alertaban, tras varias quejas de consumidores, de un brote de contaminación alimentaria, presuntamente por melamina, en comida para animales domésticos. Hasta el momento la contaminación, que no ha traspasado a ningún país europeo, ha afectado a más de 150 marcas comerciales y se ha extendido a las granjas de aves y cerdos. El incidente revela los contrastes entre la legislación de los mercados occidental y chino.



La preocupación ahora por el brote de contaminación en EEUU es si puede haber afectado a personas o si existe la posibilidad de que la materia prima haya llegado a formar parte de productos de consumo humano. Hasta el momento las autoridades de aquel país descartan tal riesgo. La alerta no afecta a los países europeos ya que los productos adulterados no han entrado en la Unión Europea. La alerta empezó a gestarse el pasado marzo cuando, tras varias quejas de consumidores, un fabricante de comida para gatos y perros detectó, tras pruebas en laboratorio, que sus productos provocaban vómitos y fallo renal en los animales. La empresa inició entonces la retirada de sus productos. Paralelamente, fueron apareciendo más casos en relación con otras marcas comerciales.



A día de hoy, y según datos de la agencia de seguridad alimentaria de EEUU, la Food and Drug Administration (FDA), hasta 150 marcas comerciales se han visto afectadas y se ha procedido a la retirada de más de 5.000 productos de pienso y de comida enlatada para gatos y perros, lo que supone la devolución de millones y millones de paquetes y latas de comida para animales (se estima que sólo la primera empresa afectada tuvo que recuperar 60 millones de unidades).



Proteínas vegetales de origen chino


La principal hipótesis de la contaminación apunta a la melamina presente en proteínas vegetales de origen chino.



«Hay una ausencia real de datos sobre la toxicidad de la melamina excepto por algunos antiguos estudios en ratas», explicaba David Acheson de la FDA en una rueda de prensa.



Aquellos estudios indicaban que en niveles altos de ingestion, la melamina puede llevar a trastornos en forma de piedras en la vejiga y en última instancia cáncer. Esos niveles son «mucho más altos que los que hemos visto en el consumo de animales».



Por todo ello, los expertos creen que la toxicidad se debe a la interacción entre la melamina y algún otro compuesto relacionado con la melamina. A principios de mayo, la Universidad del Estado de Michigan notifica que ha hallado en muestras de los animales muertos varios contaminantes además de la melamina, entre ellos el ácido cianúrico, un metabolito de la melamina. La hipótesis, aún sin confirmar por la FDA, es que estos compuestos, que por sí solos no son muy tóxicos, serían mucho más dañinos al darse conjuntamente ya que reaccionarían formando cristales que bloquearían el funcionamiento de los riñones.



Hasta la fecha, la FDA ha recibido unas 10.000 comunicaciones de ciudadanos afectados, se han notificado a través de organismos veterinarios la muerte de hasta 3.600 perros y gatos, aunque de ellos sólo se han podido confirmar 16 casos como atribuibles a los productos adulterados.



NO AFECTA A EUROPA



La alerta alimentaria por melamina no ha afectado, hasta la fecha, a los países europeos. Fuentes de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) informaban a este medio que para que hubiera tal alerta tendría que haberse detectado en cualquier punto de las aduanas la entrada del producto de las dos empresas chinas fuente de la contaminación. Igualmente, dos de las empresas afectadas explicaban que en España no ha habido incidencias. La materia prima usada para hacer los piensos en las plantas europeas, explicaba una de ellas, proviene de Europa, así que no existe tal riesgo.


La prohibición impuesta por el gobierno chino sobre el uso de la melamina en la producción alimentaria y el cierre de las fábricas que pueden haberla usado alimenta la sospecha de hasta dónde llegan las prácticas de producción en el país oriental y hasta dónde el control. Según informaba la CBS a finales del pasado abril, China insiste en que cada contenedor con productos agroalimentarios es inspeccionado pero la realidad, según algunos expertos, es que los puntos de control estricto «son raros». Por otro lado, también están los medios: es más fácil que para detectar pesticidas o alimentos adulterados las empresas extranjeras dispongan de aparatos más sofisticados de los que dispone el propio gobierno chino, informaba ese medio.



Las asignaturas pendientes son múltiples para una industria que se está desarrollando. Muchas granjas en China son pequeñas y están vendiendo su producción a países extranjeros con regulaciones muy diversas, que afectan al pesticida usado, a la alimentación de los animales, a los aditivos... No es sólo lo que se ponga en los cultivos, sino también el estado de la contaminación en la tierra y las aguas, que afecta a los campos de cultivo y piscifactorías y sus productos. Los retos que debe superar la producción alimentaria China son enormes.



15 may 2007


La comisión de Sanidad y Medio Ambiente del PE propone restringir el uso de aromas artificiales en la fabricación de los alimentos

Fuente EFE
09. Mayo ´07 - La comisión de Sanidad y Medio Ambiente del Parlamento Europeo (PE) propuso ayer que los aromas artificiales sólo se usen al fabricar alimentos cuando sea imposible obtener la cualidad buscada con especias y que se estudie su influencia en hábitos alimentarios de consumidores como los niños.

Esta comisión parlamentaria aprobó ayer dos reglamentos para mejorar la utilización de sustancias aromáticas y enzimas en la elaboración alimentaria y pidió que las condiciones para su autorización sean más estrictas y más exigencias para que un producto incluya el mensaje "aroma natural".

Actualmente, la industria agroalimentaria de la UE emplea frecuentemente aromas naturales o artificiales y hay registrados más de 2.600 tipos; en cuanto a las enzimas, están cada vez más presentes en la fabricación.El dictamen de ayer de la comisión de Medioambiente, que pasará al pleno del PE es la primera lectura de la normativa, ya que debe ser votada por el Consejo de ministros de la UE y después volver otra vez a la Eurocámara, que en esta regulación sí tiene poder de decisión.

El reglamento sobre el que se pronunciaron los eurodiputados prevé una lista de sustancias que podrán utilizarse como aromas, pero también una relación de productos prohibidos, así como índices máximos para algunos aditivos particulares.

En el informe aprobado ayer, la comisión del PE reclamó que los aromas no se usen nada más que en caso de que sea "necesario tecnológicamente", cuando el objetivo buscado por los fabricantes "sea imposible de conseguir" con especias.

Los eurodiputados reclamaron que se estudie la "influencia de los aromas en los grupos vulnerables y en particular, sobre las preferencias alimentarias de los niños".

La comisión del PE aprobó reforzar las reglas de etiquetado de los alimentos, para que haya una mención específica en el caso de que los aromas o las enzimas que los componen hayan sido producidos a partir de Organismos Genéticamente Modificados (OGM), como aditivos.

La comisión del PE solicitó que un aroma se considere "natural" solamente si el 95% de la sustancia aromática es de origen natural.

Tanto en los casos de los aromas como en los de las enzimas, la comisión del PE demandó que las condiciones de utilización se definan siguiendo el "principio de precaución".

En ambas normativas, las sustancias que se incluirán en las listas autorizadas será evaluadas por la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (AESA) para verificar que no suponen problemas para la salud y que no inducen a error al consumidor.